Con pocas ovaciones fue recibido el aumento al salario mínimo de 10.4% anunciado la víspera, en medio del cierre de la quinta ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con EU y Canadá, países que consideran los bajos sueldos mexicanos una competencia injusta.
El salario mínimo general pasará a 88.36 pesos (4.71 dólares) por día frente al vigente de 80.04 pesos por día, según la determinación del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).
El presidente Enrique Peña celebró el incremento y dijo que al inicio de su Gobierno en diciembre de 2012 “el salario mínimo era de apenas 60 pesos”.
“No se trata de un ajuste menor (…) Con este aumento, en los últimos cinco años el salario mínimo ha tenido una recuperación de 20% en términos reales, esto es 45% en términos nominales, lo cual no había ocurrido en más de 30 años”, destacó al signar un convenio de coordinación para la Formalización del Empleo.
El mandatario dijo en octubre que veía la renegociación del TLCAN como un espacio para mejorar las condiciones laborales en su país, que no quiere ser competitivo por los bajos salarios.
En contraste, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, calificó como lamentable que no se haya logrado un mayor aumento, al considerar que aún es insuficiente. Se atendieron las restricciones planteadas por el Banco de México, pero advirtió que insistirán en un método profesional para analizar el salario.
“No estamos satisfechos nosotros y no puede estar satisfecha la economía del país”, dijo, aunque consideró que lo importante ha sido que se logró romper las inercias de aumentos de 1.0%, 2.0% o 3.0%, como se hacía antes.
El secretario de Desarrollo Económico (Sedeco) de la capital, Salomón Chertorivski, lamentó la actuación de la Conasami al considerar que estaban todas las variables para poder subir el salario a 99 pesos, “que sólo es para que un adulto y un dependiente alcancen la canasta alimentaria”.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) consideró que el alza es insuficiente porque el salario mínimo sólo cubrirá 92.76% del monto necesario para satisfacer necesidades básicas de trabajadores.
“Es un avance limitado y de medio camino, para que todas las personas que trabajan en la economía formal obtengan cuando menos 100 por ciento de la suma requerida para satisfacer la canasta alimentaria y la no alimentaria en núcleos urbanos, es decir, para que alcancen la Línea de Bienestar”, dijo.
El organismo agregó que la comisión de salarios, donde participan representantes de los trabajadores, de empresarios y del Gobierno, acordó que a más tardar el 30 de abril de 2018, se lleve a cabo un nuevo ajuste para que el salario mínimo se empate con la Línea de Bienestar.
El aumento tampoco impresionó al sindicalista canadiense Jerry Dias: “El 10% no va a hacer nada por los trabajadores en México. Es casi un insulto para Canadá y Estados Unidos”, dijo en una entrevista.
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, ha dicho que el capítulo laboral del tratado es complejo y que Washington busca que suban los salarios mexicanos como una medida para evitar que las empresas muevan sus fábricas a México por los menores salarios.
con información de Reuters
*edición impresa 24 Horas
caem