Nuestros hábitos, nuestra rutina, nuestra vida han cambiado.

 

Desconfiamos de todo y de todos.

 

El temor al delito nos cambió.

 

Apenas el mes pasado se rompió, por cuarta vez, el récord mensual de homicidios convirtiéndose octubre en el mes más violento en la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

 

Los datos de incidencia delictiva actualizados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dicen que con lo registrado en octubre van siete meses, en 2017, en los cuales se rompe la barrera mensual de los dos mil casos registrados de homicidios dolosos.

 

Las carpetas de homicidio dejaron un saldo de dos mil 764 víctimas, un promedio de 89.1 víctimas de asesinato al día o, dicho de otra manera, casi cuatro personas asesinadas en México cada hora en octubre.

 

A pesar de no ser el estado número uno en violencia, el incremento de homicidios en Baja California Sur es notable. Fue en La Paz donde la violencia le arrebató la vida a Silvestre de la Toca Camacho, presidente de la Comisión de Derechos Humanos local, a su hijo Fernando y dejó heridas de gravedad a su esposa e hija.

 

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública informa que el estado más violento es Colima, seguido de Guerrero, Baja California Sur, Sinaloa, Chihuahua y Baja California.

 

En la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, realizada por el INEGI, se reporta que durante marzo de 2017, 72.9% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, y lo es más si hablamos de Ecatepec de Morelos, Villahermosa, Chilpancingo de los Bravo, la región Norte 2 de la Ciudad de México, Fresnillo y Coatzacoalcos.

 

En contraste, las ciudades donde se obtuvieron los menores porcentajes de conflictos entre la población fueron: San Francisco de Campeche, Piedras Negras y Culiacán de los Rosales.

 

La encuesta dice que aumentó también el número de personas que padecieron algún enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo y de escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno. Por ello, modificaron sus hábitos respecto a llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito por temor a sufrir algún delito; ya no permiten que sus hijos menores salgan de su casa, cambiaron su rutina de caminar para llegar a sus hogares pasadas las ocho de la noche y pensarla dos veces para visitar a parientes o amigos, entre otras cosas.

 

Lo malo es que la situación de la delincuencia seguirá igual de mal y se pondrá peor los próximos 12 meses.

 

De la percepción que se tiene sobre el desempeño de la Policía, mejor ni hablamos.

 

 

Milonga: no fue Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, quien se le adelantó al Presidente a destapar al tapado. Hace poco más de un mes, publiqué en este espacio que Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del PRI, previo al consejo general, dijo: “José Antonio Meade, secretario de Hacienda y Crédito Público, aunque no es priista, es un ejemplo frente a los cuadros jóvenes políticos del PRI, porque él representa la continuidad del proyecto de Enrique Peña Nieto”. José Antonio Meade lo sabe desde hace seis meses, tal vez más.