Cuando la tercera jornada de actividades en la Feria Internacional de Libro (FIL) de Guadalajara parecía haber concluido, anoche un mariachi irrumpió en el Auditorio Juan Rulfo para cantarle la filósofo español Fernando Savater y hacerlo llorar con el tema “Si nos dejan”, de José Alfredo Jiménez.
En el cierre de sus actividades en la feria, el novelista soltó lágrimas cuando el mariachi entonó “Las mañanitas” con motivo de sus 70 años de vida, luego de que los nueve hombres ataviados de negro subieron hasta donde se encontraba el autor de obras como “El gran laberinto” y “Hermandad de la buena suerte”, para festejar las siete décadas de vida que cumplió el junio pasado.
Y sin querer, Savater soltó las lágrimas, mismas que trato de ocultar, pero al final fueron evidentes, ante los aplausos y porras de decenas de sus lectores que se dieron cita en la actividad “Mil Jóvenes con Savater”.
Acompañado de Jesús Silva-Herzog y Fabrizio Mejía Madrid, Savater se convirtió así, en el homenajeado, en la estrella de la noche, en una velada en la que buscaba que decenas de jóvenes reflexionaran sobre sus vidas y el mundo que los rodea.
Por espacio de poco más de hora y media, el filósofo tomó el micrófono con una voz áspera y de inmediato provocó la risa de su público cuando contó la historia de un perro enmudecido, con el cual se comparó por su estado de salud y lo ronco de su garganta.
El autor, que había sido homenajeado dos días atrás por la FIL en ese mismo salón, declaró que ha dedicado su vida a las nuevas generaciones por medio de su obra y su vida como docente.
Para ilustrar su punto, mencionó a Sócrates y el momento en que éste fue acusado de haber pervertido a la juventud, a lo que el procesado se defendió señalando que él que sólo había provocado la inquietud de reflexionar.
“He tratado de llevar estas cosas a los jóvenes porque están en un momento en que pueden cambiar su forma de vivir”, confesó el escritor, quien añadió que su objetivo ha sido combatir una vida mecánica sin cuestionamientos.
El encuentro fue presentado por el periodista Fabricio Mejía Madrid, quien comparó la obra de Savater con la del héroe trágico que busca la dignidad.
En su oportunidad, el ensayista mexicano Jesús Silva-Herzog Márquez resaltó dos cosas en el trabajo del novelista de San Sebastián: la convicción del pensar como una actividad gozosa y el deber de razonar.
Durante el momento en que los asistentes lanzaron sus preguntas se indicó que el gran reto de la educación contemporánea es el de cultivar la sensibilidad, a lo que Fernando Savater respondió que el gesto más humano es el de tomar la mano de otro que sufre.
AFH