Todo parece indicar que los bordados de la comunidad otomí hidalguense de Tenango de Doria, están de moda, y eso ha derivado en diversos plagios que han involucrado a grandes transnacionales e incluso youtubers.

 

 

El caso más famoso fue el de la española Mango, acusada de “robar” los bordados de artistas indígenas, situación que les costó miles de comentarios en contra en redes sociales.

 

 

Días después, la empresa aceptó el plagio realizado por sus trabajadores, argumentando “encontramos los dibujos en Internet y desconocíamos que se trataban de creaciones”.

 

 

Otro caso fue el de la trasnacional Nestlé, que fue demandada por dos pobladores de Tenango de Doria, Hidalgo, por plagiar los diseños  para una campaña del chocolate “Abuelita”.

 

Dichas tasas fueron sacadas a la venta en el 2015 y los diseños fueron firmados por un artista llamado Mike Infierno o Mike del Infierno.

 

 

“En 2014 registramos más de 10 mil dibujos, pero todos los hicimos en blanco y negro. Sólo la manta con el dibujo. Posteriormente lo hicimos con los colores del bordado”, explicó el abogado de los demandantes.

 

Al respecto, la vicepresidenta de Comunicación Corporativa de Nestlé, Julieta Loaiza, rechazó que hayan violado algún tipo de derecho de autor, ya que su campaña fue diseñada por la agencia publicitaria JWT.

 

Finalmente, este mes de noviembre, la youtuber más famosa de México, Yuya, fue acusada por seguidores y cibernautas de copiar los diseños en su nueva línea de maquillajes, que muestran colores y aves típicas de la artesanía de Tenango de Doria.

 

 

En su página de Facebook, Yuya muestra cajas de sombras para ojos con imágenes parecidas a los tenangos.

 

Felicidad para los labios ?✨ ¿Si tuvieras que usar uno mismo todos los días de tu vida cuál eliges? ??

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Polémica por derechos de autor

 

La controversia con los presuntos plagios de los diseños hidalguenses se debe a que la defenmsa del patrimonio cultural de los bordados no pueden ser protegidos por la Ley de DErechos de Autor, ya que no pertenecen a una sola persona, sino a una comunidad.

 

La ley protege a una sola persona, ya que privatiza la idea, cuando los bordados o cualquier trabajo artesanal dependen de la educación y formación en lo comunal.

 


JMSJ