La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) en Honduras expresaron “profunda preocupación” por la violencia poselectoral en ese país centroamericano.
En un comunicado, las instituciones instaron al Estado a “garantizar” los derechos humanos y promover el diálogo, debido a que una semana después de los comicios presidenciales, la demora en el conteo de votos y lo cerrado de la competencia han provocado protestas y disturbios, así como la imposición del estado de emergencia.
Ambas instituciones condenaron los saqueos y daños a la propiedad privada ocurridos en los últimos días en Tegucigalpa, San Pedro Sula y otras ciudades, por ser estas conductas “incompatibles con el derecho a la protesta pacífica”
Asimismo, pidieron al gobierno hondureño garantizar la seguridad y el orden público y expresaron “su profunda preocupación” por la pérdida de vidas humanas en el contexto de las protestas, que de acuerdo a información preliminar coloca a 11 víctimas fatales y al menos 15 personas heridas.
La OACNUDH precisó que realiza diligencias para la verificación de la presunta responsabilidad de la policía militar del órden público en tales actos, indicó el comunicado.
Las instituciones resaltaron que según los estándares internacionales de derechos humanos, las medidas adoptadas en el marco de la suspensión de garantías deben ser estrictamente necesarias e instauradas por el tiempo más corto posible, y las autoridades deben abstenerse de “detenciones masivas indiscriminadas”.
aarl