TEGUCIGALPA.- Los resultados de la elección presidencial en Honduras, en lo que el Presidente y aspirante a la reelección, Juan Orlando Hernández, se mantuvo a la cabeza con una ventaja mínima, a una semana de los comicios, han generado una crisis política que se anticipa más larga.

 

Hernández se impuso, hasta ayer, con el 42.98% de los votos, contra 41.39% de Salvador Nasralla, candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, quien insistió ayer en que no aceptará el resultado porque le hicieron “fraude”.

 

El magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, dio por concluido la madrugada de ayer un escrutinio especial que se desarrolló en pleno estado de excepción decretado el viernes que rige de las 18.00 a las 06.00 horas locales.

 

Tras agradecer a los observadores nacionales y de la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA) que participaron en el escrutinio especial, Matamoros agregó que ha sido una elección muy competitiva que no ha terminado y anticipó que se esperan impugnaciones.

 

Precisó que los candidatos tienen hasta mañana para presentar impugnaciones, pero que debido a la demora en el escrutinio especial, que se vino posponiendo desde el jueves se podría ampliar el plazo.

 

Xavier Rodríguez

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Los hondureños votaron el 26 de noviembre para elegir un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Parlamento local, 20 al Centroamericano y 298 alcaldías municipales.

 

Los comicios se celebraron con normalidad, pero el miércoles, cuando por una “caída del sistema” la página dejó de subir información justo cuando Hernández comenzó a tomar ventaja sobre Nasralla, después de estar cinco puntos abajo, el candidato opositor habló de “fraude”.

 

Eso marcó el inicio de varias manifestaciones violentas que han dejado, al menos, una docena de muertos, una indeterminada cantidad de heridos, más de 500 detenidos y millonarias pérdidas a la economía del país, de acurdo con medios locales.

 

Además, el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), que lidera el derrocado ex Presidente hondureño Manuel Zelaya, convocó ayer a sus bases a un “paro” esta semana por el presunto fraude a Nasralla, su candidato.

 

En ese contexto, un grupo de agentes de la fuerza especial Cobras de la Policía de Honduras se declaró ayer en huelga de “brazos caídos” supuestamente por la crisis política en el país.

 

“Nosotros somos pueblo y no nos podemos estar matando con el propio pueblo, nosotros tenemos familia”, dijo a periodistas un portavoz de los manifestantes, que estaba con el rostro cubierto.

 

En tanto, la Misión de Observación Electoral de la UE respaldó ayer la petición de recuento de votos.

 

“Entendemos que para garantizar la transparencia en este proceso y garantizar que el voto del pueblo hondureño es respetado, el Tribunal Supremo Electoral debe tener flexibilidad total en aceptar las peticiones de los partidos”, dijo la jefa de la Misión, Marisa Matías, en una rueda de prensa.

 

La eurodiputada también condenó “la violencia” y “la represión” durante las protestas protagonizadas por simpatizantes de la Alianza de Oposición.

 

La ONU hizo un llamado a la calma y confió en que el conflicto se resuelvan por los canales legales y la Embajada de EU en Tegucigalpa destacó ayer la necesidad de “una determinación transparente” en el resultado de los comicios.

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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