El Gobierno de Donald Trump detuvo a 454.001 inmigrantes en el año fiscal 2017, que concluyó en septiembre, para deportarlos por residir ilegalmente en EE.UU. o cometer algún crimen, informó hoy el Departamento de Seguridad Nacional.

Las cifras muestran una bajada aproximada del 25 % en el número de arrestos en la frontera y un aumento también del 25 % en las detenciones dentro de EE.UU., en cumplimiento con la promesa de Trump de endurecer la política migratoria para deportar a los inmigrantes que residen ilegalmente en el país o han cometido crímenes.


En concreto, la Patrulla Fronteriza arrestó a 310.531 inmigrantes durante el año fiscal 2017, lo que muestra un descenso con respecto al año anterior, cuando hubo 415.816 detenciones, y supone la cifra de aprehensiones en la frontera más baja desde 1971.


A pesar de los importantes descensos, la llegada de familias y niños que viajan solos subió, desde mayo, todos los meses.


Por su parte, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), encargado de deportar a los inmigrantes desde dentro de EE.UU., informó de 143.470 detenciones, lo que implica un incremento del 25% con respecto a los 114.434 arrestos del año anterior.


El ICE informó, además, de 226.119 deportaciones.


Las autoridades de EE.UU. arrestan a los inmigrantes y los retienen en centros de detención antes de deportarlos, por lo que las cifras de detenciones suelen ser un indicador del número de llegadas irregulares al país y muestran la cantidad de inmigrantes que podrán ser expulsados a sus países de origen en los próximos meses. EFE

AFH