WASHINGTON.- Las detenciones en la frontera entre México y EU cayeron a su nivel más bajo en 46 años en el año fiscal 2017, que concluyó en septiembre pasado, al registrar 310 mil 531 arrestos, informó ayer el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su siglas en inglés).
“No es una coincidencia, es por este presidente (Donald Trump), que les guste o no está haciendo un buen trabajo”, consideró durante una rueda de prensa en Washington el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), Thomas Homan.
Homan y el resto de funcionarios del DHS insistieron en la necesidad de construir un muro entre México y EU, a pesar del significativo descenso en la llegada de inmigrantes, y aseguraron que el Gobierno volverá a pedir fondos al Congreso para construir la barrera fronteriza.
Según el informe difundido ayer, en total, las autoridades de EU detuvieron a 454 mil inmigrantes que vivían de manera irregular en el país, habían cometido algún crimen o trataron de entrar a través de la frontera.
“Hemos visto claramente los resultados exitosos del compromiso del Presidente de apoyar a los oficiales y agentes de primera línea del DHS mientras hacen cumplir la ley y aseguran nuestras fronteras”, dijo la Secretaria en funciones Elaine Duke.
Desde la llegada de Donald Trump al poder en enero, las cifras de llegadas han descendido significativamente, aunque en mayo comenzaron a registrarse incrementos mensuales del número de detenciones en la frontera con México, especialmente familias o niños que viajan solos, destacaron las autoridades estadounidenses.
“Hemos visto cifras históricas bajas este año, pero estamos muy preocupados por los aumentos de menores no acompañados y menores de un mes con un miembro de la familia”, añadió el vicecomisario interino Ronald Vitiello, de acuerdo con un comunicado difundido por el DHS.
“También nos preocupa el repunte significativo en el contrabando de opiáceos y otros narcóticos duros, incluida la heroína y la cocaína, que generalmente aumentan cuando aumentan los cruces fronterizos ilegales”, añadió .
Varios expertos han bautizado como “fenómeno Trump” la bajada en el número de llegadas, pues creen que la retórica del mandatario ha intimidado a los inmigrantes y les ha obligado a permanecer en casa.
No obstante, aunque bajaron las detenciones en la frontera, hubo un significativo aumento del número de arrestos de inmigrantes dentro de EU, que fueron detenidos por residir ilegalmente en el país o por haber cometido algún delito, según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Solo entre enero, cuando Trump tomó posesión, y septiembre, cuando acaba el ejercicio, los agentes del ICE detuvieron a 110 mil 568 inmigrantes, lo que supone un incremento del 40% con respecto a todo el año fiscal anterior cuando, bajo el Gobierno de Barack Obama, hubo 77 mil 806 detenciones. En el mismo periodo aumentaron 37% las deportaciones, según el reporte.
Los agentes del ICE se encargan de detener a inmigrantes dentro de EU para, luego, mantenerlos en centros de detención mientras un juez evalúa si pueden quedarse en el país o deben ser deportados.
Los datos dados a conocer ayer ofrecen una de las imágenes más nítidas sobre el efecto de las políticas migratorias de Trump, quien al poco de tomar posesión eliminó una política de Obama destinada a priorizar la deportación de inmigrantes con antecedentes penales, en vez de la expulsión de familias.
Bajo las políticas de Trump, existe la misma probabilidad de deportación para cualquiera de los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que viven en EU.
Llega experta en ciberseguridad al DHS
El Senado de EU confirmó ayer a Kirstjen Nielsen como la próxima secretaria de Seguridad Nacional del Gobierno de Donald Trump, convirtiéndose así en la responsable de la política migratoria del país.
Con 62 votos a favor y 37 en contra, la funcionaria de 45 años se convirtió ayer en la tercera encargada del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) en el primer año de Gobierno del multimillonario, tras el paso por esa agencia del ahora jefe de gabinete de la Casa Blanca, el general John Kelly, y la hasta ayer secretaria interina, Elaine Duke.
Nielsen, una experta en ciberseguridad y gestión de desastres que formó parte del consejo de seguridad nacional durante el Gobierno de George W. Bush (2001-2009), comenzó a trabajar con Kelly a finales de 2016, cuando se encargó de preparar al general, nominado entonces como jefe de DHS, para sus audiencias de confirmación en el Senado.
Nielsen se convirtió en su jefa de gabinete durante los seis meses que el general pasó al frente del DHS, periodo marcado por el controvertido anuncio del veto migratorio, la formulación de la política de inmigración de Trump y el desarrollo de los planes para construir un muro en la frontera con México.
Urgen republicanos ley para dreamers
Hasta 34 congresistas republicanos de EU solicitaron ayer al presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, que someta a votación la llamada “Dream Act“, una ley por la que los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños (conocidos como dreamers) podrían regularizar su situación migratoria.
En una misiva, los 34 legisladores conservadores instaron al presidente de la Cámara Baja a que lleve al pleno dicho texto con el objetivo de evitar la deportación a cientos de miles de jóvenes inmigrantes que no conocen otro país que Estados Unidos.
El presidente Donald Trump revocó el programa de acción diferida que implementó su predecesor, Barack Obama, conocido como DACA, para evitar la deportación de los dreamers, aunque el plazo vencerá en marzo próximo y delegó al Congreso buscar una solución.
“Estamos de acuerdo con el presidente Trump en que la acción ejecutiva no era el proceso adecuado para resolver este problema, como se hizo durante la Administración anterior, y creemos que el Congreso debería actuar”, dice la carta.
“Estamos obligados a actuar de inmediato porque muchos beneficiarios de DACA están a punto de perder o ya han perdido sus permisos a raíz de la rescisión del programa. No actuar es crear una comprensible incertidumbre y ansiedad entre las comunidades de inmigrantes”, apuntan los legisladores republicanos.
Dado que aún tienen tiempo hasta marzo para tomar medidas, el liderazgo republicano no ha querido acelerar este proceso, y la Casa Blanca ha utilizado las negociaciones sobre este asunto como una moneda de cambio para obtener el beneplácito de los demócratas para obtener fondos para el muro fronterizo con México.
Sin embargo, desde que en septiembre Trump tomara la decisión de poner fin a DACA, los avances en el Capitolio han sido prácticamente nulos.
Más de 900 mil jóvenes indocumentados, la mayoría mexicanos, se beneficiaron del programa DACA, y pudieron obtener permiso laboral y evitar la deportación gracias a esta medida impulsada por Obama.
con información de Agencias
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