El ingeniero nipón Kamame Hayashi, padre del popular robot Pepper, lanzará en 2019 un nuevo modelo de autómata doméstico diseñado para transmitir emociones a sus propietarios y ofrecerles compañía, confirmó ayer su empresa.
El androide, bautizado Lovot, está siendo desarrollado por la compañía Groove X con el apoyo financiero de un fondo público-privado nipón, y su diseño y características serán presentadas en otoño del próximo año, explicó un portavoz de la empresa con sede en Tokio.
Lovot pasará a engrosar el mercado de los robots domésticos en Japón, un sector en pleno auge que fue precisamente popularizado por Pepper, el androide comercializado en 2015 como el primero fabricado en serie que podía interpretar las emociones y el lenguaje humanos.
El nuevo robot ideado por Hayashi pretende ir un paso más allá que otros autómatas, puesto que será capaz de “mejorar la vida” de sus propietarios, de “escuchar sus problemas” o de “consolarles cuando lloren”, según la empresa.
Lovot tendrá una talla inferior a los 120 centímetros de Pepper, un diseño “sencillo” y una inteligencia “comparable a la de un gato” que le permitirá “entender parte del lenguaje verbal y del no verbal”, explicó por su parte Hayashi.
Este ingeniero y emprendedor nipón lideró el equipo que desarrolló al humanoide de facciones afables y anatomía curvilínea, pero tras el lanzamiento al mercado de Pepper y su fulgurante éxito comercial, decidió fundar su propia empresa.
Groove X ha recibido una ayuda financiera de 6.400 millones de yenes ($47.8 millones de dólares) procedente del fondo público-privado Innovation Network Corp y de otros consorcios y entidades niponas para desarrollar el androide de nueva generación.
La empresa ha logrado atraer esta financiación con un proyecto que, según afirma, cuenta con un gran potencial para ofrecer “apoyo emocional” y “alivio” a la sociedad nipona en el actual contexto demográfico de Japón.
*edición impresa 24 Horas
caem