Este cierre de año está siendo más complicado en términos de la inflación, y junto con el inminente aumento en la tasa de interés por parte de la FED, será una presión en la toma de decisiones del Banxico. Existe una división dentro del mercado de deuda. Si la tasa de referencia se incrementa 25 puntos para ubicarse en 7.25% o se queda sin cambio en 7.00% en este cierre de 2017.

 

Sabemos que si no hay el considerado “gasolinazo” por la liberación de precios y el tipo de cambio, se mantiene por estos niveles; en enero próximo tendremos una base comparativa muy favorable que ayudará a que la inflación ceda espacio y retorne rápido hacia niveles de 5.5-5.0%, y algunos meses siguientes también tendrán el beneficio “estadístico”.

 

Con los datos de inflación al consumidor y al productor, vemos que existe un diferencial de -144 puntos base, es decir, la inflación al consumidor se mantiene por arriba de la inflación del productor, y eso nos lleva a estimar que los riesgos de transferencia de precios se mantendrán limitados.

 

Al cierre de noviembre, la inflación anual se ubicó en 6.63%, presionada por un incremento en electricidad, transporte aéreo y tomate verde.

 

Por su parte, los precios al productor registraron un nivel de 5.19% anual excluyendo petróleo.

 

De acuerdo al INEGI, dentro de los precios al productor, la formación de capital registra una tasa de 6.7% anual, las mercancías y servicios intermedios que vienen presionando al alza y registran una tasa anual de 6.1%; en menor medida, la demanda interna se incrementa 5.5% anual; el consumo, 5.1% y las exportaciones, 2.7%.

 

La economía mexicana transita por una desaceleración en el nivel de consumo interno, uno de los principales motores del crecimiento. También observamos un nivel de inversión limitado en la parte pública y privada, afectado por la incertidumbre sobre el desarrollo del TLCAN.

 

Además, existen eventos que se deberán atender con toda responsabilidad, a pesar, inclusive, de un año político electoral 2018. La reforma fiscal de Estados Unidos presionará la evaluación de muchas empresas, principalmente trasnacionales, sobre permanecer en México o realizar un cambio de domicilio fiscal ante mejores condiciones.

 

Las propias elecciones de 2018 estarán afectando el entorno político, social y económico por momentos, en especial en el primer semestre del año, justo antes del voto electoral.

 

Por todo esto, vemos difícil que el Banxico decida mover la tasa de referencia al alza en estos momentos, y deberá de estar más concentrado, desde mi punto de vista, en el movimiento de flujos en 2018, tanto de inversión directa como en inversión en mercados que no tienen “nacionalidad”, y sólo en caso de que estos últimos flujos muestren salidas significativas, en especial de las inversiones en bonos M, la tasa será un instrumento muy importante, además de otras medidas que podría tomar el Banxico y la Comisión de Cambios.

 

Así, la próxima semana será la primera reunión del nuevo gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León, y una prueba importante, además de la política monetaria de lograr que la autonomía del instituto siga permeando entre la sociedad.

 

Por cierto, queremos agradecer al INEGI la entrega de una distinción a los que participamos en la Mesa Económica dentro del programa En los tiempos de la radio, conducido por Oscar Mario Beteta, reiterando nuestro compromiso de seguir trabajando en informar al auditorio siempre con responsabilidad y objetividad. Gracias al INEGI por su información siempre puntual, pero también gracias a Radio Fórmula y a Oscar Mario Beteta por considerarme parte de este gran equipo.