Un juez de Estados Unidos pospuso hasta el 13 de febrero la próxima vista para tratar el caso de la ex diputada mexicana Lucero Guadalupe Sánchez López, conocida como “Chapodiputada” por su supuesta relación con el narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y acusada de tráfico de drogas.
Esta es la segunda vez que el juez Rudolph Contreras, de la Corte del Distrito de Columbia, pospone la vista inicial para estudiar los cargos de tráfico de drogas en contra de Sánchez López.
La “Chapodiputada” llegó al juzgado vestida con un mono carcelario de color naranja, un evidente tic nervioso en la cara y una larga cabellera teñida también de naranja.
Sánchez López hizo uso de la traducción simultánea al español para seguir la audiencia, en la que ella no habló.
Su comparecencia duró poco más de cinco minutos, ya que tanto la acusación como la defensa pidieron posponer 60 días la audiencia, una petición que el juez aceptó por “la complejidad” del caso.
Contreras fijó la fecha de la nueva audiencia para el 13 de febrero y citó como una de las razones para posponerla la posibilidad de que defensa y acusación alcancen un acuerdo antes del juicio.
Sánchez López fue detenida a finales de junio por las autoridades migratorias estadounidenses cuando trató de ingresar desde Tijuana a San Diego (California), donde pretendía pedir asilo político.
En agosto, un juez aprobó su traslado a Washington, donde está acusada, al menos, del tráfico de cocaína, un delito del que se declaró “no culpable” tras su detención.
Los problemas de Sánchez López con la Justicia empezaron mucho antes, en 2014, cuando visitó al “Chapo” en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, de la que luego el narcotraficante escapó.
Aunque Sánchez López ingresó con una identidad falsa, los medios mexicanos difundieron imágenes de la visita.
Sin embargo, esa grabación del día que visitó al narcotraficante en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano fue eliminada, por lo que la Justicia mexicana dejó en libertad a Sánchez López por falta de pruebas de su supuesta relación con el “Chapo” después de haberla detenido en 2016.
Un año antes de su visita a la cárcel, en 2013, Sánchez López había sido elegida con solo 24 años y sin apenas experiencia política previa como la diputada más joven del Congreso del Estado de Sinaloa por una coalición liderada por el Partido Acción Nacional (PAN).
Su proceso camina ahora en paralelo al del “Chapo”, que fue extraditado a Estados Unidos en enero de este año y enfrenta un juicio por narcotráfico en Nueva York previsto para la próxima primavera boreal.
aarl