Un niño resultó herido hoy en un colegio de Okinawa, en el sur de Japón, al caer cerca de él una ventana desprendida de un helicóptero militar de Estados Unidos que volaba hacia una base cercana, desencadenando una renovada preocupación sobre la presencia de tropas estadunidenses en suelo japonés.

 

Una ventana de aproximadamente un metro de longitud y un peso de 7.7 kilogramos, se desprendió de un helicóptero CH53 y cayó sobre el patio de una escuela cuando unos 60 alumnos tomaban clases de educación física en el colegio, ubicado en la localidad de Ginowan, cerca de la base aérea de Futenma.

 

Un alumno sufrió heridas leves al ser alcanzado los fragmentos proyectados por el impacto de la ventana, informaron fuentes del colegio a la agencia japonesa de noticias Kyodo.

 

El vocero del gobierno japonés, Yoshihide Suga, dijo en rueda de prensa que este tipo de sucesos “no deben ocurrir”, ya que alimentan la preocupación entre los residentes de la prefectura sobre la presencia de tropas estadunidenses en Japón.

 

El Ejército estadunidense reconoció el incidente, al que calificó de “extremadamente serio”, ofreció disculpas y anunció que está investigando los motivos en colaboración con las autoridades japonesas.

 

Este suceso se suma a una larga lista de casos de piezas desprendidas de aeronaves, accidentes de helicópteros o ruidos provocados por el paso frecuente de aviones en torno a la base estadunidense de Futenma, que ocupa unas 480 hectáreas en el centro urbano de este municipio.

 

Japón y Estados Unidos acordaron trasladar la base de Futenma a la bahía de Henoko, una zona menos habitada en la localidad de Nago, sin embargo, la población y los políticos locales se niegan a acogerla debido a su impacto ambiental.

 

Okinawa alberga más del 70 por ciento de las instalaciones militares de Estados Unidos en Japón y más de la mitad de los cerca de 48 mil soldados estadunidenses en este país.

 

afh