El cantante colombiano de música urbana Maluma invitó al mariachi y se convirtió en “El rey” de la Arena Ciudad de México en lo que fue la última presentación del año de su “World tour“.
A las 21:33 horas se apagaron las luces del recinto, y a partir de ahí todo fue gritos de euforia y aplausos. A pesar de encontrarse a oscuras, los ánimos no bajaron y para las 21:55 horas los músicos comenzaron a acomodarse sobre las cuatro bases que se instalaron.
Los coristas, el baterista, el pianista y el guitarrista ocuparon cada uno de los cuadros montados, en los que se apreciaban además las letras de “Maluma”.
Enseguida, 16 bailarinas y al centro, el colombiano, con gabardina y gafas oscuras, comenzó a subir en una plataforma.
Llamas, humo y luces láser se dispararon desde todos los ángulos y el espectáculo comenzó con “23”, seguido de “Corazón” y “Sin contrato“.
Cada movimiento o giro, por mínimo que fuera, bastaba para que la gente enloqueciera y se entregara al fenómeno urbano.
Maluma se despojó de sus lentes y tras varios minutos de ovación, en los que le fue imposible hablar ante la euforia de los fans, logró decir unas palabras: “Quiero decirles que esta noche para mí es muy especial, es mi último concierto de 2017 y es el concierto 105 de este año, muchas gracias”.
Las bailarinas presumían de su primer cambio de vestuario al ritmo de “Desde esa noche” y “Vente pa’ca”, temas con los que las porras de “Pretty boy” no se hicieron esperar y dieron paso al éxito “Me llamas”.
Desde la parte posterior apareció Carlos Vives pedaleando su bicicleta para interpretar dicho éxito al lado de su compatriota.
El público, lleno de júbilo, se desconcertó un poco ante la desaparición de ambos; sin embargo, esto sólo fue para darle paso al mariachi y cantar juntos “El rey”.
La noche mexicana continuó y al escenario llegó Pipe Bueno, quien acompañó a Maluma en “Te hubieras ido antes” y “Acá entre nos”.
“Si yo no cantara reggaetón o música urbana, cantaría mariachi. ¡Ay Ciudad de México, no cabe duda que también de dolor se canta!”, agregó.
Ya con una playera blanca, Maluma se colocó al centro para deleitar en formato acústico “Tengo un amor”. El momento romántico continuó y los flashes de los miles de celulares fungieron como estrellas.
“Esa luz que prenden es por todas las víctimas del terremoto, por las personas que perdieron sus casas o cosas materiales. Con esta luz les estamos dando miles y miles de esperanzas, y como dicen, ¡México se levanta cabrones!, así que esta canción va dedicada para aquellas personas que perdieron muchas cosas en el terremoto”.
Fue así que “Vuelo hacia el olvido” fue coreada por cerca de 20 mil asistentes. “¡México se levanta! ¡Gracias! ¡Dios los bendiga!”.
Tras unos minutos de calma, Yandel se hizo presente y “El perdedor” estremeció a los asistentes al igual que el pequeño remix que incluyó “Rakata”, “Ahora es” y “Bailando y perreando”.
“Borró cassette”, “Chantaje” y “Carnaval”, a la que el colombiano invitó a su pupila Irlanda Valenzuela, finalista de “La voz… México”.
La compañía Sony interrumpió la colorida fiesta para hacerle entrega a Maluma de su Disco de Oro en México del sencillo “Corazón”; Diamante Platino por “Felices los 4” y “Cuatro babys“, y Triple Platino México por su disco “Pretty boy, dirty boy”.
“Definitivamente los sueños se hacen realidad, pero no es que te levantas y se cumplen. Hay que trabajar muy duro”, indicó.
Tras unos segundos fuera del escenario, Maluma reapareció para dar a paso a “Felices los 4”, “Vitamina” y “4 babys”, la cual interpretó con el dorso desnudo. “¡Gracias México!”, gritó, y descendió así de la plataforma donde había comenzado todo.
afh