Cuartoscuro /Archivo En 2017 México se situó a la cabeza de la clasificación de periodistas asesinados con 12 muertos  

Tres años después del asesinato del periodista mexicano Moisés Sánchez Cerezo perdura la falta de voluntad para una investigación exhaustiva por parte de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), denunció hoy la ONG Artículo 19.

La organización recordó que Moisés Sánchez fue secuestrado en su domicilio en Medellín de Bravo, Veracruz, el 2 de enero de 2015, y posteriormente asesinado.

“Un año más, seguimos confirmando la falta de voluntad por parte de la FEADLE para realizar una investigación imparcial, seria y exhaustiva que pueda constituir una garantía a los derechos de acceso a la justicia, verdad y reparación” del daño, agregó.

Moisés Sánchez ejercía periodismo ciudadano y era dueño del periódico La Unión, que imprimía cuando sus recursos económicos se lo permitían.

Pese a ello, se convirtió en “indispensable para el flujo de información tanto dentro como fuera de Medellín”, a través del cual podía conocerse el acontecer en esa región, agregó.

 


También utilizaba una página de internet y las redes sociales para difundir su periodismo de denuncia social, difundiendo información sobre temas como inseguridad, corrupción política y gubernamental, crimen organizado, así como la falta o deficiencia en los servicios públicos.

 


“Moisés Sánchez forma parte de las y los periodistas que, por realizar su labor, han sido víctimas de un contexto grave de violencia en México, en los últimos diez años, por parte del crimen organizado y de funcionarios públicos”, apuntó Artículo 19.

La organización recordó además que este crimen se produjo durante el mandato del gobernador estatal Javier Duarte (2010-2016), hoy detenido mientras espera un juicio por delincuencia organizada y un multimillonario desvío de recursos públicos.

Duarte “denostó a Moisés al referir que ‘era taxista'”, remarcó Artículo 19.

Para la ONG, este caso refleja “un Estado de derecho débil, con un aparato institucional que únicamente funciona dentro de un marco de simulación, donde la forma impera sobre el fondo y se encuentra lejos de brindar soluciones efectivas a las grandes problemáticas que aquejan al país. La impunidad sigue siendo una de ellas”.

“Desde el principio, su caso se ha encontrado plagado de omisiones e irregularidades. Desde que se tuvo noticia de su desaparición forzada, hubo serias omisiones en la respuesta institucional tanto en el cumplimiento de los protocolos para su búsqueda y localización, como en la investigación de los hechos”, agregó el comunicado.

México es uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo.

En 2017 México se situó a la cabeza de la clasificación de periodistas asesinados con 12 muertos, la cifra más alta en su historia, para ser el país más peligroso para el gremio periodístico junto con Siria, con igual cifra de asesinatos.

 

ERM