El presidente brasileño, Michel Temer, afirmó hoy que está muy recuperado de los problemas de salud que le obligaron reposo en los últimos días y que ya retomó las actividades para el que será su último año de mandato.
“Estoy perfecto, muy recuperado, gracias a Dios”, afirmó el jefe de Estado en declaraciones que concedió a periodistas mientras realizaba una caminata en la mañana de este jueves por los jardines del Palacio de Jaburú al lado de dos de sus escoltas.
La caminata del mandatario estaba prevista por la Presidencia, que, con la intención de mostrar que el mandatario ya se ejercita y no sigue en reposo, avisó previamente a los medios de comunicación interesados en las imágenes.
Pese a que no despacha en el Palacio presidencial de Planalto desde hace algunos días, Temer ha tenido esta semana en el Palacio de Jaburú algunos encuentros con colaboradores, ministros y líderes de partidos oficialistas.
El jefe de Estado, que asumió la Presidencia en mayo de 2016 tras la destitución de Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, usaba hasta la semana pasada una sonda urinaria que le fue implantada tras la cirugía a la que fue sometido el 13 de diciembre para corregir una obstrucción en la uretra.
En octubre el gobernante ya había pasado por otro procedimiento quirúrgico por problemas en la próstata.
En noviembre, además, fue sometido a una angioplastia en la que le implantaron stents debido a que los médicos le diagnosticaron que tenía tres arterias coronarias parcialmente obstruidas.
Ante los problemas de salud y por la recomendación de los médicos de reducir su ritmo de trabajo, Temer desistió de un viaje a una base naval en Río de Janeiro en el que pasaría algunos días de descanso durante la conmemoración del año nuevo y optó por permanecer en el Palacio de Jaburú.
Igualmente canceló una gira que pretendía realizar en enero por diferentes países asiáticos, así como su participación en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
Durante su caminata matinal, Temer afirmó igualmente que puede viajar a Sao Paulo en los próximos días para nuevos exámenes con sus médicos.
La prioridad para Temer en su último año de mandato, ya que será sucedido el 1 de enero por el vencedor de las presidenciales de octubre próximo, es la aprobación de la polémica e impopular reforma a las jubilaciones, que considera vital para la recuperación de la economía y de las finanzas de Brasil.
Durante su poco menos de dos años de mandato, el gobernante, que tiene los menores niveles de popularidad de un presidente en los últimos años en Brasil, se empeñó en diferentes reformas de ajuste para intentar sanear las deficitarias cuentas públicas de Brasil e impulsar la economía tras dos años de profunda recesión.
afh