El maíz es originario de México y sus granos brindan diversidad de nutrientes que favorece la alimentación de las personas. Además de ser un delicioso complemento de los alimentos, es rico en fotoquímicos y brinda protección contra una serie de enfermedades crónicas.
Este grano no sólo proporciona las calorías necesarias para que el metabolismo funciones de forma adecuada y saludablemente, sino que también es una fuente rica de vitamina A, B, E y es rico en minerales.
Su alto contenido en fibra previene problemas digestivos como el estreñimiento y las hemorroides, además diversos estudios (Conacyt) han demostrado que el contenido de antioxidantes favorece la reproducción ordenada de las células y en específico disminuye las probabilidades del cáncer colorrectal. Asimismo reduce la expectativa de la enfermedad de Alzheimer.
El maíz contiene vitamina B, tiamina, que mantiene saludable al sistema nervioso, y niacina, que su carencia conduce a la pelagra, una enfermedad que se caracteriza por diarrea, demencia y dermatitis y que se observa comúnmente en personas desnutridas.
El maíz también es una buena fuente de ácido pantoténico, una vitamina esencial para el metabolismo de carbohidratos, proteínas y lípidos en el cuerpo, y de ácido fólico, indispensable para las mujeres embarazadas
Los granos de maíz son ricos en vitamina E, un antioxidante natural que es esencial para el crecimiento y la protección del cuerpo contra enfermedades.
La planta contiene abundantes minerales como el Fósforo, magnesio manganeso, zinc, hierro y cobre, así como selenio, que es difíciles de encontrar en la mayoría de las dietas normales. El fósforo es esencial para regular el crecimiento normal, la salud ósea y el funcionamiento óptimo del riñón. El magnesio es necesario para mantener una frecuencia cardiaca normal.
En México existe una amplia variedad de maíz, por tamaño de mazorca, grano y color, dependiendo de dónde se cultiva y qué especie o variedad tienen. Otra variante genética, llamada maíz dulce, tiene más azúcar y menos almidón.