Oprah Winfrey puso hoy en pie a todo el auditorio de los Globos de Oro con un discurso combativo y directo contra “los hombres poderosos y brutales” que han dominado el mundo durante mucho tiempo. “Su momento ha llegado. Se acabó el tiempo”.
Un gran aplauso respondió a las palabras de la actriz y presentadora, que hoy recibió en la 75 edición de los Globos de Oro el premio Cecil B. de Mille por ser “un ejemplo a seguir para mujeres y jóvenes”, además de “una de las mujeres más influyentes de nuestro tiempo”, según la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA).
La también productora y empresaria empezó recordando cómo cuando era un niña vio en la tele la ceremonia de los Óscar en la que ganó Sidney Poitier. Estaba en la cocina de su casa y su madre regresaba en ese momento, agotada, de limpiar casas.
“Soy consciente de que habrá alguna niña viendo ahora como yo me convierto en la primera mujer negra en recibir este premio”, dijo Winfrey, que quiso dedicar su premio a esas niñas y a las mujeres que han alzado su voz contra los abusos y las injusticias.
Recordó el caso de Recy Taylor, una mujer negra que en 1944 fue secuestrada, violada y abandonada por seis hombres blancos que nunca fueron condenados y que murió hace solo diez días.
Y quiso agradecer la labor de la HFPA. “Sabemos que la prensa esta siendo atacada, pero es la entrega de la prensa para sacar la verdad a la luz lo que impide que siga creciendo la corrupción y la injusticia”.
“Hablar y decir la verdad es la herramienta mas poderosa que tenemos todos”, dijo la presentadora, que se declaró especialmente “inspirada y orgullosa por las mujeres que se han sentido empoderadas para hablar de sus experiencias”.
En concreto de las que este año han hablado en Hollywood de un problema, el de los abusos sexuales, que afecta a todas las culturas, países, sectores y razas, y que han sufrido mujeres que han tenido que aguantar “años de acosa y maltrato porque tenía hijos que alimentar, facturas que pagar y sueños que hacer realidad”.
“Time’s Up” (“Se acabó el tiempo”), repitió Winfrey. Un lema que es el nombre de un fondo lanzado por más de 300 mujeres poderosas de Hollywood destinado a ayudar a mujeres menos privilegiadas que ellas a defenderse de posibles abusos sexuales en el entorno laboral.
Y se mostró esperanzada en la capacidad de los seres humanos de “mantener viva la esperanza de un mañana mejor incluso en las noches más oscuras”.
“Tenemos por delante un nuevo día y cuando finalmente amanezca ese nuevo día será gracias a muchas mujeres, muchas de las cuales están en esta sala, y muchos magníficos hombres que van a luchar unidos para garantizar que se llegue el momento en el que nadie tenga que decir, nunca más, ‘yo también'”, finalizó Winfrey ante un auditorio emocionado y puesto en pie.
Un discurso apasionado que todo el mundo esperaba de un símbolo como Oprah Winfrey, que resumió con sus palabras la postura de las actrices de Hollywood sobre un escándalo que empezó con las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein pero que se ha extendido a muchos nombres y sectores.
Candidata al Óscar y al Globo de Oro por su papel en “The Color Purple” (“El color púrpura”, 1985), Winfrey recibió en 2012 el premio Jean Hershot de la Academia de Hollywood por su trabajo humanitario.
Y hoy recogió el Cecil B. DeMille, un reconocimiento que han recibido en ediciones anteriores artistas como Meryl Streep, Denzel Washington, George Clooney, Woody Allen, Jodie Foster, Morgan Freeman o Robert De Niro.
aarl