Reuters Además, el ex asesor se prodigó en elogios a Donald Jr., del que dijo que es un "patriota" y un "buen hombre"  

Steve Bannon negó ayer sus supuestas críticas al hijo mayor del presidente Donald Trump, a las que calificó como “erróneas” y pidió perdón por no haber respondido antes a lo consignado en el libro “Fire and Fury” (“Fuego y Furia”).

Cuatro días después de que Trump rompiera con él en un durísimo comunicado de la Casa Blanca, Bannon envió a los medios una nota en la que se disculpa por no haber desmentido antes la información contenida en el polémico libro de Michael Wolff.

“Lamento que mi retraso en responder a la información errónea sobre Don Jr (el primogénito de Trump) haya desviado la atención de los históricos logros del Presidente en su primer año”, afirmó Bannon, para destacar que su apoyo al mandatario y su agenda es “inquebrantable”.

Trump abrió fuego el miércoles contra su antiguo estratega en jefe porque Bannon aparece citado en el libro de Wolff calificando de “traición” y “antipatriota” la decisión de Donald Jr de reunirse en junio de 2016 en Nueva York con la abogada rusa Natalia Veselnitskaya.

“Mis comentarios estaban dirigidos a Paul Manafort (que también estuvo en ese encuentro), un veterano profesional de campañas con experiencia y conocimientos sobre cómo operan los rusos. Él debería haber sabido que son falsos, maliciosos y no nuestros amigos. Reitero, esos comentarios no estaban dirigidos a Don Jr.”, explicó Bannon ayer.

Además, el ex asesor se prodigó en elogios a Donald Jr., del que dijo que es un “patriota”, un “buen hombre” y que “ha sido incesante en la defensa de su padre y de la agenda que ha permitido darle la vuelta al país”.

Hasta ayer en la tarde, el presidente, de vuelta en Washington tras un retiro de trabajo en Camp David (Maryland), no respondió al comunicado de Bannon, pero esta semana ha sido durísimo con él a diario.

Empezó diciendo que había “perdido la cabeza”, después le apodó “chapucero” y el viernes terminó diciendo que a Bannon le han abandonado casi todos “como a un perro” y que, cuando fue “despedido” de la Casa Blanca, “lloró y suplicó por su puesto”.

JMSJ