Notimex "Hay que seguir trabajando, redoblar esfuerzos. Hay que seguir explicándole al mundo esta complejidad llena de oportunidad", alentó Gurría Treviño  

Las reformas estructurales aprobadas por México hay que “cacarearlas”, porque son la más importante defensa que tiene el país para enfrentar las turbulencias mundiales, destacó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría Treviño.

 

Al participar en la XXIX Reunión de Embajadores y Cónsules (REC) 2018, en la Secretaría de Relaciones Extreriores, sostuvo que este paquete de reformas es el más importante emprendido por país alguno en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

Ante el canciller Luis Videgaray Caso y miembros del cuerpo diplomático, afirmó que en estos momentos turbulentos a nivel mundial, las reformas son la más importante defensa que tiene el país respecto a estas turbulencias.

 

Señaló que estas reformas ya se están implementando y dando beneficios prácticos, “hay que decirle a todo el mundo, porque de repente se nos llena de ruido el entorno”, argumentó el excanciller y exsecretario de Hacienda mexicano.

 

Como con las reformas estructurales, dijo, también hay que “cacarear” otros avances de México, como sus reformas electorales creíbles, el incremento en la inversión extranjera y el comercio exterior, o el cambio radical en el sector telecomunicaciones.

 

Si bien hay que “cacarear el huevo porque ya lo pusimos”, precisó, “no quiero parecer inocente y tapar el sol con un dedo, los problemas existen, pero se va avanzando”, producto de la reformas estructurales ya aprobadas.

 

No hay que ignorar otros temas o retos que enfrenta México, como son continuar avanzando en el Estado de derecho o combatir la inseguridad o la criminalidad, aunque también son problemas que tienen muchos países.

 

“Se complica el cacareo, pero hay que hacerlo. Hay que practicar todos los días en la mañana, porque ya pusimos el huevo y es del tamaño de avestruz, entonces hay que cacarearlo, tenemos derecho; siéntanse absolutamente con derecho y orgullosos de poderlo decir, de llenarse la boca”, aseveró.

 

Gurría Treviño insistió en que no se deben ignorar problemas como el Estado de derecho, la inseguridad o la criminalidad, pero todos los países también los tienen, “no hay nadie intrínsecamente más honrado ni más corrupto, lo que hay son sistemas que permiten más o menos la impunidad”.

 

En la medida en que hay percepción de impunidad, se invita a la tentación a que pase por la puerta, pero si hay la percepción de que a una mala acción seguirá una sanción, por definición se reduce la corrupción y la impunidad, indicó.

 

Resaltó que la economía mexicana sigue creciendo, al lograr una tasa estimada de 2.4 por ciento al cierre de 2017, por arriba del 1.8 por ciento del promedio de la OCDE, y crecerá arriba de 2.0 por ciento en 2018 y 2019, pero insuficiente para reducir la pobreza y crear los empleos que necesitan los jóvenes.

 

Gurría Treviño señaló que la OCDE ve a México como un país dinámico en plena transformación, pero con una metamorfosis compleja, porque le cuesta mucho trabajo desprenderse de las viejas prácticas.

 

“Vemos un país abierto, integrado a la economía internacional, pero también profundamente desigual, con grandes sectores alejados de la modernidad”, expresó el dirigente del organismo internacional.

 

Además, dijo, una población trabajadora, optimista, llena de esperanza, con valores importantes, y al mismo tiempo con salarios bajos, desigualdades y altos niveles de informalidad, baja calificación y productividad.

 

Un país con riquezas y carencias, de talento e ingenio, pero todavía con grandes rezagos educativos, “esas contradicciones nos describen, pero también nos limitan, nos frenan y nos empujan a actuar”, subrayó.

 

Por ello, “hay que seguir trabajando, redoblar esfuerzos. Hay que seguir explicándole al mundo esta complejidad llena de oportunidad”, alentó Gurría Treviño.

 

ERM