El adagio dice que las ofensivas llenan estadios y las defensivas ganan campeonatos, pero nadie se acuerda de los pateadores, aunque eso no le importa a Jake Elliott, un joven de tan sólo 23 años que disputa apenas su primera temporada en la NFL.
El egresado de Memphis añora una oportunidad para que el partido del próximo domingo esté muy cerrado y sea el pateador quien deba definir al dueño del Vince Lombardi.
“Claro, no pienso en la presión, al contrario, quiero una oportunidad para definir el Super Bowl”, respondió en exclusiva para 24 HORAS el kicker de moda.
La serenidad de la banca o la presión de esperar en el sideline para definir un partido caracterizan al rookie: “Soy un pateador y nuestro trabajo es pasar el balón entre los postes, así que lo único que quiero es que se de el momento y pueda saltar al campo para hacer mi trabajo”.
Con apenas un metro y 75 centímetros de estatura, el pequeño Elliott no se siente intimidado ante la presencia de cientos de medios de comunicación y disfruta del momento que vive; le llegó muy pronto en su carrera.
“Espero tener más de 61 yardas en la pierna, en los entrenamientos ya metí uno de 72 yardas, pero no es lo mismo que tener la presión de un estadio lleno y que sea en el Super Bowl”, enfatizó con una gran sonrisa.
“Ya quiero que sea el gran partido, estoy muy emocionado por cerrar el gran trabajo que hicimos a lo largo de toda la temporada. Todos en el equipo estamos muy concentrados y preparados”, concluyó Elliott, quien en esta postemporada suma 17 puntos.
NÚMERO
26 goles de campo, e 31 intentos, consiguió Elliott en su primera temporada regular como profesional
Consolidado en Philly
Durante la tercera semana de actividades en la temporada, Elliott ganó el encuentro ante los New York Giants con un gol de campo de 61 yardas. Esa patada significa el récord de la franquicia, que era de 59 yardas y le pertenecía a Tony Franklin.
JMSJ