En esta administración federal se le dio un fuerte golpe al trabajo informal, el cual se logró mediante la generación de 3.5 millones de nuevos puestos de trabajo formales en esta administración; además, al cierre del gobierno de Enrique Peña Nieto, se alcanzará la cifra récord de cuatro millones de nuevos empleos en un sexenio, aseguró Roberto Campa Cifrián.
En una entrevista con 24 HORAS, el secretario del Trabajo y Previsión Social dijo que esta acción es una buena noticia para la economía en general, porque la informalidad es altamente improductiva. “Casi el 60% de las personas en edad de trabajar están en la informalidad”, aseguró.
El funcionario destacó que sólo en enero pasado se lograron más de 100 mil nuevos empleos (que se suman a los 3.2 millones de 2012 a la fecha). Ante lo cual, precisó, no tiene la menor duda en llegar a noviembre próximo a los cuatro millones de empleos en el país, cifra que ni en los dos sexenios juntos de Fox (1.2) y Calderón (2.3) se alcanzaron, quienes sumaron 3.5 millones de nuevos empleos en 12 años.
¿Esta nueva generación de empleos se logró por el fomento a la inversión?
Tiene que ver con la política pública deliberada para jalar inversión nacional y de otras partes del mundo. Tiene que ver también con una mejor administración en el seguro social, por lo que se brinda una garantía de que todos los trabajadores estén asegurados en el IMSS, y el resultado son estas cifras.
¿Los nuevos empleos están debidamente consolidados?
Estos son los datos que responden a altas en el IMSS, no hay manera de imprecisión en la cifra. Son personas que tienen seguridad social porque tienen un empleo.
¿Qué pasó con la informalidad?
Es un golpe a la informalidad porque los trabajadores informales son los que tienen los salarios más bajos y no tienen ninguna garantía en términos de salud y retiro, así como de créditos para vivienda y para consumo. Las personas que están en el IMSS perciben un mejor salario, tienen salud y un sistema de ahorro para el retiro que les permite, cuando terminen su trabajo, tener una pensión.
¿Buen signo para la economía?
Es una buena noticia para la economía en general, porque casi 60% de las personas en edad de trabajar están en la informalidad, y, sin embargo, sólo producen 25% del PIB del país. No sólo pudimos frenar la tendencia hasta ahora de más informalidad año con año, sino que además se pudo revertir en una cifra modesta apenas de tres puntos, pero finalmente le dimos la vuelta al crecimiento de la informalidad en las personas empleadas en el país.
¿Cómo se encuentra el empleo para los jóvenes?
Esta dependencia tiene una gran bolsa de trabajo, que se llama Sistema Nacional de Empleo, y se trabaja con los gobiernos de los estados, municipios, con las empresas y universidades, y se ha podido colocar en este gobierno 6.5 millones de personas que buscan un empleo; no todos son nuevos, muchos se van alternando: 2.3 millones de esos empleos son, por ejemplo, para jóvenes. Y logramos que 71 mil personas con algún tipo de discapacidad tuvieran empleo. Además, logramos sacar de la jornada laboral a 600 mil niños.
¿No es solución mágica?
En la economía no hay soluciones mágicas, las leyes económicas son más duras que el derecho positivo, en éste hay un altísimo nivel de impunidad, que son los que no cumplen con la ley y no les pasa nada. Normalmente las reglas de la economía son terriblemente duras y cuando se suceden determinados supuestos hay quién paga los costos y siempre son las personas más desprotegidas, pobres y asalariados, quienes pagan el costo de la política económica.
¿Y el salario mínimo que tendencia lleva?
En diciembre se dio un incremento al salario mínimo a prácticamente 88.50 pesos, lo que significa un incremento en términos reales de 20% con respecto a la capacidad de compra cuando arrancó esta administración. Y hay que destacar que el salario mínimo ha tenido una recuperación en el poder adquisitivo de 19%, desde que inició el gobierno de Peña Nieto a la fecha.
¿Se sigue evaluando…?
La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CNSM) decidió que antes de terminar el primer cuatrimestre de este año se sentarían a revisar las condiciones para ver si es pertinente o no un nuevo incremento. ¿De qué depende? Del análisis que hagan quienes forman parte de este organismo para determinar cuáles son las condiciones económicas y ver si a partir de una racionalidad económica conviene o no el incremento.
El compromiso que hay en la CNSM es que la decisión se tome a partir de argumentos técnicos-económicos, no a a partir de cualquier otra argumentación.
Cuando entramos en una carrera de precios y salarios, la experiencia en el país y a nivel internacional deja claro que los que se quedan rezagados son siempre los salarios; tenemos que tomar decisiones a partir de una serie de consideraciones para evitar que tengamos incremento en los precios.
¿Impacta el escenario político-electoral al análisis del salario mínimo?
Cuando hay un proceso político hay de manera natural otros ingredientes, otras presiones, y lo que han pedido quienes forman parte de la CNSM, tanto representantes de los trabajadores como de los empleadores, es que la decisión se tome a partir de una racionalidad económica.
¿Y la reforma laboral?
Está pendiente la conclusión de la reforma laboral, el año pasado se reformó la Constitución y a partir de ésta las diferencias y los conflictos laborales dejarán de resolverse en las juntas locales y federales de conciliación, para irse a los tribunales, y deberán ser jueces quienes resuelvan las diferencias. Tenemos pendiente la conclusión, es una tarea que tiene el Congreso. Confiamos en que vamos a concluir bien.
JNO