ROMA.- Los grandes triunfadores de las elecciones generales en Italia, los euroescépticos Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y Liga Norte (LN), reclamaron ayer el Gobierno del país y abrieron la puerta a posibles pactos ante la ausencia de mayorías.
El M5S arrasó en los comicios como el partido más votado en solitario, sin ir en coalición, con el 32% de los votos en la Cámara de los Diputados y en el Senado, solo superado por la unión de derechas de la LN y el partido del magnate Silvio Berlusconi.
Esta coalición se sitúa a la cabeza con 37 en la Cámara y en el Senado pero, en su seno, se da una pugna por su liderazgo.
La LN de Matteo Salvini lidera la coalición con un 17% y superó al histórico líder conservador, Berlusconi, que se quedó con 15%, pese a su candidato estrella: el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
Con estos datos salieron ante la prensa para reclamar el Gobierno del país los candidatos y responsables de estas dos formaciones, aunque desdibujaron las primeras hipótesis de pacto entre ambos dada su intención de no ceder en su liderazgo.
El líder del M5S, Luigi di Maio, se presentó como el “vencedor absoluto” al haber triplicado sus parlamentarios respecto a la pasada legislatura y avanzó que está abierto a negociar con otros partidos ante la ausencia de una mayoría.
Una novedad para un partido que en su debut político en 2013 se negó a pactar con las formaciones tradicionales, herederas del sistema político que habían decidido combatir.
El candidato del M5S, sucesor del fundador Beppe Grillo, aseguró que el partido “siente la responsabilidad de dar un Gobierno a Italia” y se perfiló como el único capaz de hacerlo pues, en su opinión, las coaliciones de derecha e izquierda “no tienen (los) números”.
Salvini, de la coalición Centro Derecha, salió primero a celebrar sus resultados, que demuestran un avance muy significativo respecto a la LN que encontró en 2013 en sus mínimos históricos (4%) y que ha lanzado con su discurso contra la inmigración irregular y la Unión Europea.
El político, de 44 años, aseguró que respetará la coalición con Berlusconi y la ultraderechista Hermanos de Italia y reivindicó su “derecho y deber de gobernar”, pero siempre dentro de esta alianza, que a su juicio “ha ganado y puede” alcanzar el Ejecutivo.
Salvini arremetió contra el euro, con el que siempre ha sido muy crítico, como el M5S, y contra el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por sus declaraciones en plena campaña en las que se mostró preocupado por un escenario de inestabilidad.
“Cuanto más habla, más votos obtenemos”, afirmó Salvini, quien elogió a la líder del Frente Nacional francés, Marine Le Pen.
JNO