Si los tres candidatos presidenciales están de acuerdo en que el gran tema es el combate a la corrupción, ¿por qué no se avanza en la designación del fiscal general y el fiscal anticorrupción en el Congreso?
La diferencia está en el método.
José Antonio Meade propone “cortar el cordón umbilical’’ que ata a la Procuraduría General de la República al Ejecutivo no sólo a nivel federal, sino estatal.
“Hay que cortar el cordón’’, dice, y todos están de acuerdo con ello.
Lo malo del asunto es que en el Senado el PRI, que en el discurso está a favor de la autonomía, en los hechos se opone –hasta el momento- a la modificación del artículo 102 constitucional para que, como demanda el PAN, se establezca desde la Carta Magna la autonomía presupuestal y de gestión de la Fiscalía.
En el caso de Ricardo Anaya, el candidato frentista prometió una “comisión de la verdad’’ para investigar los casos de corrupción más sonados del sexenio, como la Casa Blanca, Odebrecht, OHL y otros.
Pero, dadas las experiencias que el país ha tenido con esas comisiones –la más famosa, la de los hechos de octubre de 1968-, la comisión prometida por Anaya parece la cesión anticipada de responsabilidades a instituciones civiles y personajes sobre el gran tema de la corrupción.
López Obrador, que antes enarbolaba la bandera de una “comisión de la verdad’’ para investigar actos de corrupción, ahora utiliza un lenguaje moderado y promete gobernar “con moralidad’’ como una forma de atacar la corrupción.
“Si el Presidente no roba’’, dijo, “nadie va a robar, ni un presidente municipal’’. Ajá.
Evidentemente el tabasqueño cree poseer poderes sobrenaturales para, por decreto, terminar con la corrupción.
Tres visiones, tres recetas distintas para combatir el cáncer nacional.
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La senadora Angélica de la Peña, perredista, se quiso ver muy demócrata y acabó exhibida.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores subió a la tribuna para pedir una moción de censura para el presidente del Senado, Ernesto Cordero, por sus feroces críticas al candidato presidencial frentista, Ricardo Anaya.
De la Peña asegura que las críticas de Cordero no son a título personal, “sino a nombre de la institución’’, o sea, el Senado.
Dos senadores le corrigieron la plana y, por si fuera poco, la legisladora olvidó el contenido del artículo 61 de la Ley Orgánica del Congreso General, que establece que las opiniones de diputados y senadores son “inviolables’’ y jamás podrán ser reconvenidos por ellas.
Vale decir que la intentona de la senadora fracasó.
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Pudo más la grilla que los años de servicio.
Sorpresivamente, Raúl Esquivel, mejor conocido como Jefe Vulcano, dejó de ser el director del H. Cuerpo de Bomberos; se anunció que se integraría al gobierno de la ciudad, pero hasta ayer no lo había nombrado ni vendedor ambulante.
Esquivel sostuvo en los últimos meses un conflicto con el dirigente del Sindicato de Bomberos, Ismael Figueroa, quien encabezó una revuelta en contra del ahora ex director.
El contraste es que Esquivel, reconocido incluso a nivel internacional, se va a su casa y Figueroa…, a una candidatura por una diputación local en la CDMX por el Frente PAN–PRD–MC.
Cosas de la grilla.
JNO