ACAPULCO. El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, afirmó que el sector financiero mexicano se encuentra hoy en día en una situación sólida y capaz de resistir riesgos diversos.
Al participar en la inauguración de la 81 Convención Bancaria que se desarrolla en este puerto turístico, aseguró que el financiamiento de la banca comercial a hogares y empresas se ha dado sobre la base de un sistema financiero sano, en parte por la adopción oportuna de los mejores estándares internacionales de regulación y supervisión.
Manifestó que las acciones emprendidas por el Banco de México han evitado que las fluctuaciones del tipo de cambio influyan en los precios o afecten las expectativas de inflación de mediano y largo plazos.
Díaz de León Carrillo expuso que los esfuerzos del banco central para alcanzar una inflación baja y estable, han permitido un anclaje de las expectativas cercano a la meta, así como en las fluctuaciones cambiarias.
“Con sus acciones, el Banco de México ha buscado evitar que los movimientos del tipo de cambio real, que son ajustes naturales ante distintos choques, den lugar a efectos de segundo orden en la formación de precios o afecten las expectativas de inflación de mediano y largo plazos”, sostuvo.
En la sesión inaugural del encuentro anual que reúne a la industria financiera, organizado por la Asociación de Bancos de México (ABM), indicó que tener un tipo de cambio flexible y una política monetaria que se conduce con un esquema de objetivos de inflación, ha contribuido a un mejor funcionamiento del proceso de formación de precios en la economía.
Comentó que para cumplir con su mandato de la estabilidad de precios, el Banxico ha adoptado para la conducción de su política monetaria, un esquema de objetivos de inflación de 3.0 por ciento, con un marco de transparencia y con una estrategia de comunicación que dé certeza y coordine las expectativas de los agentes económicos.
Explicó que cuando el público tiene confianza en que el banco central reaccionará ante los choques que pudieran desviar de manera sostenida a la inflación de su objetivo, sus expectativas tienden a estar alineadas.
Al respecto, agregó que a principios de 2017 la inflación se vio presionada por una fuerte depreciación del peso, aumentos en los precios de varios energéticos en el mercado interno, así como choques adicionales no previstos, como el aumento de precios del gas natural y algunas verduras por factores transitorios.
Esto, detalló, propició un repunte de la inflación que alcanzó 6.77 por ciento al cierre de 2017, y la subyacente 4.87 por ciento; sin embargo, en febrero de este año disminuyó a 5.34 por ciento, resultado de una importante reducción de la inflación no subyacente.
“Se espera que, en ausencia de nuevos choques y presiones no anticipadas, se consolide la inflexión a la baja de la inflación general, aproximándose a lo largo del año hacia el objetivo de 3.0 por ciento, y alcanzándolo en el primer trimestre de 2019”, expresó.
No obstante, Díaz de León Carrillo señaló que el Banco de México estará atento a todos los factores determinantes de la inflación y su balance de riesgos, a fin de mantener la convergencia de la inflación a su meta.
JMSJ