Acapulco. El candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, se presentó ante los banqueros para dejar claro que su rival a vencer es “ya sabes quién”, pero también para decirles que su propuesta no es de continuidad, sino uno disruptivo y no a partir de las variables del presente.
A su llegada a la 81 Convención Bancaria, el aspirante presidencial postulado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, fue recibido con un aplauso de 30 segundos.
“Los bancos no son clubs de fifis, como dice ya sabes quién”, les lanzó el panista y los asistentes festejaron. Los bancos, dijo, son el gran motor del país, permiten a las familias consolidar un patrimonio y a los empresarios consolidar proyectos que generan miles de empleos.
Fue directo: ¿Continuidad o cambio? Las encuestas, dijo, muestran que sólo 17% quiere que siga el PRI gobernando. “Sí va a haber un cambio, la pregunta es qué cambio, propongo un cambio con visión de futuro”, afirmó.
“No debemos intentar cambiar el futuro con las variables del presente. Vamos no por cambio lineal, sino exponencial, como ocurre con las tecnologías”, dijo el candidato más joven de los tres que aspiran a la Presidencia.
El cambio que propone, agregó, es exponencial, similar a la revolución provocada por la irrupción de nuevas tecnologías y empresas como Amazon.
Pero hay alguien que no entiende absolutamente nada de esto, y propone, por ejemplo, construir refinerías que costarían 700 mil millones de pesos, el equivalente a 16 años el presupuesto de la UNAM, pero en unos años habrá un cambio disruptivo con los los autos eléctricos y autónomos.
El aspirante delineó ante los banqueros los que considera son los seis temas prioritarios para el país. El primero, el combate a la corrupción, que no se combate con iluminados. La clave es un cambio institucional y se llama reforma al 102 constitucional.
El resto de sus prioridades se resumen en el combate a la pobreza y la desigualdad; crecimiento económico; un México en paz y México en el mundo. En este último tema respaldó la labor de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): “es un equipo robusto tendremos que garantizar la continuidad”.
Al final de su intervención volvió al tema: El 1 de julio habrá un cambio, pero a México no le conviene un cambio populista.
Treinta y cinco segundos de aplausos le dedicaron los banqueros, pero ninguno de pie.
fahl