El miércoles pasado, Estados Unidos dio a conocer que el déficit de su Balanza Comercial a enero se incrementó a 56,600 millones de dólares, lo que pone en “entredicho” el objetivo de Donald Trump de reducir del déficit comercial de su país. El dato inclusive estuvo por arriba de lo esperado por el mercado. Todo esto dentro de un año de elecciones intermedias y muy importantes para el mandatario hacia los siguientes dos años de su gestión.
Desde nuestro punto de vista es normal que mientras la actividad en Estados Unidos siga con ese dinamismo, es muy probable que el déficit comercial siga con esta inercia. Sin embargo, la posición firme de Donald Trump es la de buscar reducir el Déficit Comercial a través de forzar impuestos que les encarezca el producto y el consumidor tenga la alternativa de poder comprarlo con producción local.
Estamos viendo que la economía transita hacia un ritmo de crecimiento mayor estimado entre 2.5% y 3.0% anual para este 2018 apoyado por el inicio de la aplicación de la Reforma Fiscal.
El inicio de la aplicación de aranceles en el acero y aluminio pudiera ser un detonador para ir frenando el ritmo de la economía en el mediano plazo, pero será un impulsivo para aumentar la presión hacia la inflación.
Nosotros vemos que Donald Trump inició ya su campaña electoral para los comicios de noviembre en apoyo hacia los republicanos que incluyen congreso y algunas gubernaturas. Utiliza el populismo al hablar de cuidar al sector a las empresas y a los empleos del sector acerero, pero por otro lado, irá teniendo un efecto negativo hacia la economía que para el ciudadano americano es relevante.
La balanza comercial deficitaria de Estados Unidos se incrementó con México en un 4.8% en enero al ubicarse en 4,136 millones de dólares y de esta forma, se mantiene por arriba de los 71,000 millones de dólares últimos doce meses.
China sigue siendo el principal país exportador hacia los Estados Unidos. Incrementó 14.9% interanual ubicándose en 35,962 millones de dólares y se suma al dato de 2017 de 375,228 millones de dólares.
Así, en un año electoral y en donde las encuestas hasta ahora no le favorecen al partido republicano en congreso y estados, el querer imponer nuevos aranceles, generará el inicio de una guerra comercial donde chocará seguramente con la Unión Europea, China y otras grandes e importantes naciones que al final detonará en una afectación al crecimiento mundial en el mediano plazo y muy probablemente una caída en la confianza del consumidor con riesgo a una baja importante en el desempeño de los mercados de capitales.
Sin duda, la FED seguirá teniendo un papel relevante en el ámbito económico de los Estados Unidos. Por lo pronto, esperamos que en la reunión de marzo 20 y 21 de marzo, registre un nuevo aumento de 25 puntos en la tasa de referencia y mejore la perspectiva de crecimiento económico y aumente el estimado de la inflación para este 2018.
JNO