Foto: Reuters La reforma de la Carta Magna refuerza el culto a la figura de Xi, que asumió la presidencia en 2013, y lo elevará al mismo nivel que Mao Zedong, padre de la china comunista  

BEIJING.  Los delegados de la XIII Asamblea Nacional Popular de China aprobaron este domingo una enmienda que elimina de la Constitución el límite de dos mandatos consecutivos de cinco años para la permanencia del presidente y el vicepresidente en el cargo.

La enmienda, presentada por el Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y una de más de veinte votadas en el transcurso de la tercera sesión plenaria hoy, deja la puerta abierta para la reelección del actual mandatario, Xi Jinping, quien en teoría debía abandonar el cargo en 2023.

Los casi tres mil delegados seleccionados por el legislativo chino aprobaron la enmienda constitucional este domingo, votando dos mil 958 a favor con dos en contra, tres abstenciones y un voto invalidado.

La ANP aprobó con una sola votación el conjunto de 21 enmiendas constitucionales propuestas, entre las que figura la eliminación del límite de dos mandatos consecutivos de cinco años cada uno para los presidentes del país.

El pasado 25 de febrero el Comité Central del PCCh propuso eliminar los límites al mandato presidencial, eliminando la clásusula de la Constitución que estipula que el presidente y el vicepresidente de la República Popular de China “no servirán más de dos mandatos consecutivos”.

El límite de dos mandatos fue impuesto en la Constitución de 1982 por el líder de aquel momento, Deng Xiaoping, para evitar una vuelta al régimen dictatorial de la era Mao Zedong (1949-1976).

La reforma de la Carta Magna refuerza el culto a la figura de Xi, que asumió la presidencia en 2013, y lo elevará al mismo nivel que Mao Zedong, padre de la china comunista.

Pese a las preocupaciones que ha suscitado el intento de Xi de perpetuarse en el poder, el líder chino defendió recientemente este cambio constitucional al presentarlo como “una medida clave para modernizar el sistema de China y la capacidad de gobernancia”.

Xi se convirtió en presidente en 2012, y rápidamente consolidó el poder personal mientras consolidaba a China como la superpotencia regional.

También luchó contra la corrupción, castigando a más de un millón de miembros del partido, lo que ha ayudado a su popularidad.

Al mismo tiempo, sin embargo, China ha tomado medidas drásticas contra muchas libertades emergentes, aumentando sus programas de vigilancia y censura estatal.

 

JMSJ