En México hay que asegurar la igualdad de oportunidades, “emparejar la situación de los mexicanos”, señaló la directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Gabriela Ramos.
En el marco del Foro OCDE México 2018 “Un futuro con crecimiento e inclusión”, dijo que si bien no se puede asegurar que haya igualdad de resultados entre la población mexicana, si se puede asegurar que haya igualdad de oportunidades.
La también Sherpa de la OCDE ante el Grupo de los Veinte (G20) apuntó que los niveles de desigualdad en el ingreso y el bienestar de los mexicanos siguen siendo de los más elevados en la OCDE.
Ante ello, dijo que, como el resto del mundo, México debe modificar el modelo económico, pues tras la crisis financiera mundial de 2008 se observó que el modelo de la mayoría de los países de la OCDE no se basaba en la realidad.
“Es evidente que hay que repensar ese modelo, no para volver con un modelo intervencionista donde el Estado le quite todos los espacios al sector privado y se ocupe de toda la actividad económica, pero en un Estado que en Alemania le llaman Estado empoderador”.
El objetivo, explicó, es que el Estado ponga las bases y las herramientas para que los individuos desarrollen su potencial y las empresas puedan crecer, por lo cual se requiere hacer este replanteamiento del modelo económico.
Ello, porque los resultados en todos los países de la OCDE en término del crecimiento de las desigualdades del ingreso, de las oportunidades, del desarrollo y del destino, está preestablecido “por el código postal donde naces”.
“Es simplemente recalibrar este modelo económico para justamente incorporar consideraciones de equidad y de desarrollo sustentable”, consideró.
Señaló que México enfrenta múltiples retos, sobre todo en el tema del crecimiento incluyente, pues el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita apenas recuperó el nivel que tenía hace tres décadas, pero esto equivale a que el 30 por ciento del PIB per cápita de Estados Unidos es el del país.
Además, el crecimiento anual de México, de entre 2.0 y 3.0 por ciento, no es suficiente ni refleja lo que se debería esperar de una economía joven, de gran tamaño y con una población de 130 millones de habitantes.
“México es un país de muchos clarososcuros, de muchas disparidades, en donde algunos estados pueden crecer al 7.0, 8.0 o 10 por ciento, y otros estados tienen crecimiento nulo, entonces el promedio nos esconde esas disparidades, y tenemos que lograr tener una política mucho más calibrada respecto de las necesidades de los distintos ámbitos”.
Por ello, agregó Ramos, la OCDE ha propuesto un cambio de paradigma para incorporar condiciones de equidad y de sustentabilidad ex ante, no ex post, en las decisiones de crecimiento económico.
aarl