El secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, respaldó ayer la conclusión a la que llegó el Reino Unido de que existe una “alta probabilidad” de que Rusia esté detrás del ataque al ex espía ruso Serguéi Skripal.
“Tenemos plena confianza en la investigación del Reino Unido y en su conclusión de que Rusia es probablemente responsable del ataque con un agente nervioso que tuvo lugar la semana pasada en Salisbury” (sur de Inglaterra), dijo Tillerson.
“Rusia sigue siendo una fuerza irresponsable de inestabilidad en el mundo, actuando con un desprecio general a la soberanía de otros Estados y la vida de sus ciudadanos”, añadió.
Tillerson conversó por teléfono con su homólogo británico, Boris Johnson, con el que concluyó que “los responsables del crimen -los que lo cometieron y los que lo ordenaron- deben enfrentar serias consecuencias”.
La primera ministra británica, Theresa May, aseguró ayer que su Gobierno considera “altamente probable” que Rusia esté detrás del envenenamiento de Skripal, y advirtió que lo interpretará como un ataque “directo” contra el Reino Unido si confirma sus sospechas.
En el Parlamento, May advirtió que Moscú debe ofrecer una explicación o dará por hecho que el suceso responde a un “uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso contra el Reino Unido”.
Las agencias de seguridad británica creen que Skripal, de 66 años, y su hija, Yulia, de 33, ambos en estado crítico, fueron expuestos a un agente nervioso de naturaleza militar antes de caer inconscientes el pasado 4 de marzo.
Expertos del Ejército británico determinaron que la sustancia, de la que se han encontrado trazas en un restaurante y un pub de Salisbury, es del tipo “Novichok”, fabricada por Rusia en el pasado y que podría tener capacidad de seguir produciendo.
Rusia descalificó las acusaciones de Theresa May
“Esto es un espectáculo circense en el Parlamento británico. Las conclusiones son claras: una nueva campaña de propaganda informativa basada en provocaciones”, declaró María Zajárova, la portavoz de la Cancillería rusa.
JNO