Un sacerdote mexicano recibió sentencia condenatoria en Ciudad de México por abusar de un niño durante cuatro años desde que tenía 11, más de una década después de que la víctima lo denunciara, informó la organización Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social.
El pasado 8 de marzo el Juzgado 55º en materia penal de la Ciudad de México notificó la emisión de la sentencia condenatoria en contra del sacerdote católico Carlos López Valdés dentro de la causa penal 244/2008 imponiéndole una sentencia privativa de libertad de 63 años, la cual sólo podrá ser cumplida por los próximos 40 años debido a que esa es la pena máxima que puede cumplirse en la capital.
Carlos López Valdés fue acusado por Jesús Romero Colín, que sufrió los abusos entre 1994 y 1998 e hizo la denuncia en 2007. Romero de niño quería ser sacerdote y fue así como se fue a vivir a una iglesia con el párroco, que prometió a su familia servirle de guía en ese camino.
El párroco del templo de San Agustín de las Cuevas en Tlalpan fue separado por la Iglesia del ministerio público en 2010 pero, de acuerdo con Romero Colín, siguió oficiando misa por su cuenta hasta que fue detenido en septiembre de 2016 en el estado de Morelos, en el centro de México.
Después de 10 años de haber sido denunciado por Jesús Romero Colín, hoy y tras llevar 19 meses en prisión, el sacerdote católico ha sido notificado de la sentencia en su contra y a sus 72 años de edad tendrá que pasar el resto de sus días internado en una cárcel capitalina.
Jesús Romero señalo que “esta sentencia es simbólica no sólo para mi proceso y para mi lucha, sino para que sea el instrumento que permita romper la burbuja de protección e impunidad que hasta hoy mantenían muchos curas pederastas”.
“Esta es la primer sentencia condenatoria contra un cura católico pederasta en la Ciudad de México, no hay antecedente alguno y por ello representa un parteaguas en la procuración e impartición de justicia en nuestra ciudad” señaló el abogado y defensor de derechos humanos David Peña integrante del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, organización civil que acompaño durante todos estos años a Romero Colín.
“Hemos ganado 2 de 3, Carlos López está preso, condenado y tiene que pagar una reparación, la PGJDF ha sido señalada como responsable por la CDHDF por lo que tiene que pagar también una reparación, sólo nos falta la batalla legal contra la iglesia católica de la que estamos seguros también saldremos con la victoria pues tendrán que aceptar sus responsabilidades y pagar una reparación por el daño provocado a Jesús Romero” concluyó Salas.
fahl