Las reglas de origen automotriz deben cambiarse en la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues no hay argumentos para quedarse con un instrumento creado hace 26 años, afirmó el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal.
“Pretender dejar inalterada una regla de origen, que fue diseñada hace 26 años, carece de cualquier fortaleza argumentativa”, enfatizó en conferencia de prensa.
A los “autoparteros” mexicanos les interesa tener mayor participación en la integración de un vehículo, toda vez que la industria enfrenta nuevos retos con los avances tecnológicos, insistió el funcionario.
Explicó que entre un automóvil modelo 2018 y uno de hace 26 años (1992) “no hay nada, sólo que tienen cuatro ruedas y una conducción”, pero los elementos electrónicos, digitales, plásticos y los nuevos componentes de aluminio y el acero “lo hacen un coche totalmente distinto”.
De ahí que se trabaja, dijo, en una nueva regla de origen para la industria automotriz en las negociaciones de dicho tratado comercial, las cuales continuarán en una ronda intermedia y antes del octavo encuentro programado en abril próximo.
“Vamos a trabajar en una nueva regla de origen regional, y punto”, sentenció Guajardo Villarreal, al agregar que el gobierno mantiene un diálogo con el sector privado, pero las posiciones en materia de negociaciones se hacen por el interés del Estado mexicano, la gente y los trabajadores de la industria.
En la séptima ronda del TLCAN, realizada del 25 de febrero al 5 de marzo, el jefe negociador norteamericano del contenido regional, Jason Berstain, volvió a Washington a petición del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, para realizar una serie de consultas con los tres grandes fabricantes de autos: Ford, Chrysler y General Motors.
“Es claro que este hecho dio paso al diálogo del tema entre la industria automotora y los negociadores técnicos del vecino país del norte”, manifestó el secretario de Economía.
En la cuarta ronda, el equipo estadunidense presentó una propuesta para aumentar el contenido regional de 62.5 a 85 por ciento y, del total, 50 por ciento fuera contenido de Estados Unidos.
Dos encuentros después, en la sexta ronda, Canadá puso sobre la mesa una serie de ideas para integrar factores como innovación e inversión a largo plazo al contenido regional.
fahl