Foto: EFE Cineasta. Guillermo del Toro ganó un Oscar a mejor director  

La columna de Federico Arreola titulada Guillermo del Toro y su espantosa obesidad. Un líder que no predica con el ejemplo, generó polémica en redes sociales.

El texto narra que en México la obesidad mata a más personas que el crimen organizado, por lo que todos debemos “involucrarnos en el diseño de soluciones”.

Para ello, dice el periodista, los líderes mexicanos, como el cineasta reciente ganador del Oscar, deben predicar con el ejemplo. Algo que desde su óptica, no sucede.

“Si en efecto bajó de peso para ponerse el esmoquin en Los Ángeles —supongo que sí: en las fotos de la ceremonia se veía bien gordo, pero no brutalmente obeso—, tristemente con rapidez a los pocos días volvió a engordar y mucho: es lo que exhibió en el Festival de Cine de Guadalajara donde, vestido con una enorme sudadera/tienda de campaña, se vio obeso en extremo.

Guillermo del Toro tiene todos los recursos para superar su grave problema de obesidad: acceso a los mejores médicos, dinero para que expertos le diseñen y cocinen la mejor dieta, patrimonio de sobra para equipar su casa con los mejores equipos para hacer ejercicio.

Pero, evidentemente, Del Todo no hace nada contra su gordura. El ejemplo que da es pésimo. Un líder más, carajo, que falla a sus seguidores”, dice el texto.

Como mínimo, asegura, “debería someterse a una cirugía bariátrica para quitarse, estimo solo a ojo de ver cubero, entre 70 y 100 kilogramos de grasa que su cuerpo tiene de más.”

Internautas no dudaron en defender a Del Toro: “Estoy de acuerdo que la obesidad es una enfermedad, pero eso no significa que no pueda inspirar a los demás”, escribió una usuaria de Twitter.

JNO