El 8 de marzo pasado, el Juzgado 55 en Materia Penal de la Ciudad de México sentenció a 63 años de prisión al ex sacerdote católico Carlos López Valdés al ser encontrado culpable por pederastia. Se trata de la primera sentencia condenatoria contra un cura pederasta en la capital.
En conferencia de prensa, Jesús Romero Colín, víctima y denunciante de violación por parte del sacerdote, dijo que después de una lucha de más de 10 años, logró que se diera una sentencia condenatoria contra el clérigo que abusó de él cuando era niño.
En su denuncia presentada en el año 2007 ante la Procuraduría General de Justicia local, Romero Colín acusó que sufrió los abusos de parte de López Valdés entre 1994 y 1998. La víctima quería ser sacerdote cuando era niño, y fue así como se fue a vivir a una iglesia con el párroco, que prometió a su familia servirle de guía en ese camino.
El párroco del templo de San Agustín de las Cuevas, en Tlalpan, fue separado por la Iglesia del ministerio público en 2010 pero, de acuerdo con Romero Colín, siguió oficiando misa por su cuenta hasta que fue detenido en septiembre de 2016 en el estado de Morelos.
En tanto, la Arquidiócesis Primada de México ratificó su compromiso de “tolerancia cero” en los casos de pederastia, y expresó su plena disponibilidad para colaborar con las autoridades en el cumplimiento de la ley.
“Ratificamos el dictamen de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México y manifestamos nuestra plena disponibilidad para colaborar con las autoridades en procurar la justicia en la sociedad”, explicó mediante un comunicado de prensa.
JNO