El presidente municipal de Nezahualcóyotl, Estado de México, Juan Hugo de la Rosa, no únicamente es señalado por actos de escandalosa corrupción, sino que ahora prendió un foco rojo en el búnker de la coalición Por México al Frente, por tradición.
Sabe perfectamente el candidato Ricardo Anaya, y los tres líderes partidistas, Dante Delgado, Damián Zepeda y Manuel Granados, que el edil está cometiendo parricidio y que no está con la coalición.
Hasta hace unos días se pensaba que aportaría importantes votos para Anaya y Juan Zepeda -que busca un escaño en el Senado de la República-, pero la derrota de sus candidatos, según estima, sería una plataforma personal para seguir adelante con sus planes políticos y económicos.
Como usted sabe, caro lector, Neza es uno de los municipios con mayor densidad poblacional, y los problemas crecen cada día: escasea el agua potable, un deficiente drenaje, pésimo servicio de recolección de basura, inseguridad, vialidades insuficientes y en ruinas. Vivir ahí, gobernado por el perredista, es un viacrucis. Pero es chile piquín en la herida cuando las autoridades están cruzadas de brazos, apostándole a los resultados electorales que vienen.
Un sector de la población de ese municipio mexiquense considera que Juan Zepeda -que se dice de barrio, quien cruzó la frontera como indocumentado, roquero, que estudió en la UNAM, que logró bajar los índices criminales, que habla mal de López Obrador y muy liberal- hizo un papel innovador y positivo como primer edil, pero su cachorro ha tirado todo al cesto de la basura.
En privado, con el dedo levantado, grita que el que manda es él; que nadie se confunda: “Juan fue el jefe, ahora se llama Juan, pero también Hugo”.
Eso sí, es discreto. Tan de bajo perfil, que su popularidad es de preocupación para efectos electorales. La gente en la calle lo repudia y los actos masivos ya los evita por las rechiflas que se lleva.
Decíamos que lo señalan de traición, y no sería la primera vez que disparara por la espalda: en 2007 fue de los primeros legisladores del sol azteca que se reunieron con el presidente Felipe Calderón, cuando su partido no reconocía al titular del Ejecutivo. Por ello se ganó el mote de colaboracionista. También le dicen el rentado.
Se evalúa ya que ni siquiera acabe el mandato; de ese tamaño está el pleito en Ciudad Nezahualcóyotl.
Nayarit.- Ayer publicó 24 HORAS una nota de nuestro colega Ángel Cabrera, donde se da cuenta de que el ex gobernador Roberto Sandoval acumula más de mil 700 millones de pesos en irregularidades financieras, de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación.
El priista hizo compras sospechosas, creó fundaciones fantasma y protegió a su socio y amigo Edgar Veytia (ex titular del Ministerio Público local, hoy detenido en Estados Unidos por tráfico de drogas).
Pronto nos llegará información de la Unión Americana donde se señala al ex gobernador Sandoval como jefe de una banda, operada desde el poder. Lo anterior de acuerdo a una serie de declaraciones juradas del que fuera procurador de Justicia de Nayarit.
Será interesante, en plena campaña política electoral, observar cómo opera y se quita de encima el PRI-Verde-Panal a un ex funcionario que bien podría convertirse en sinónimo de la corrupción.
El escándalo que viene será definitorio de los resultados del domingo 1 de julio.
@GustavoRenteria
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JNO