La diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada señaló hoy a Efe que el “gran momento” que está viviendo América Latina se refleja positivamente en la moda de la región y que eso se puede ver en un brote de nuevos diseñadores.
La vanguardista artista detalló que Latinoamérica es muy “importante para ella” y, por ello, no duda en aceptar todos los proyectos que le proponen, aunque le entristezcan los aeropuertos y los aviones.
“Me ha dado como la locura con América Latina“, dijo la empresaria madrileña desde el Auditorio Nacional de Uruguay, donde el Ballet Nacional del Sodre (BNS) estrenará “La bella durmiente“, obra en la que los bailarines lucirán su colorido y vanguardista vestuario.
En este sentido, explicó que en los últimos diez días tuvo ocho desfiles de los cuales dos se realizaron en México, otros dos en Bolivia, uno en Los Ángeles (EU) y tres en España.
“Otra cosa que he notado es que antes venías a Latinoamérica y veías a las mujeres muy incómodas, con mucho taconazos… eso está cambiando”, anotó la artista que vistió a la cantante estadounidense Miley Cyrus en la gala Video Music Awards (VMA) de MTV en 2015.
Ruiz de la Prada, además, apostilló que a raíz de los movimientos de igualdad y empoderamiento femenino las mujeres se han dado cuenta de que “tienen que ir cómodas”.
Asimismo, señaló que lo único que no le gusta de la corriente Me Too (Yo También) es que las actrices de Hollywood decidieran vestirse de negro en la ceremonia de los Globos de Oro para reivindicar la igualdad de género y el acoso laboral.
El movimiento se viralizó como etiqueta en las redes sociales en octubre de 2017 para denunciar casos de agresión y acoso sexual, a raíz de acusaciones contra el productor de cine y ejecutivo estadounidense Harvey Weinstein.
“Yo hubiera elegido el rosa” -su color preferido- afirmó Ruiz de la Prada, pues según ella este movimiento debería de representar la “fuerza” de la mujer con colores alegres y “no un funeral”.
El color para Ruiz de la Prada es fundamental, pues “cambia completamente el estado de ánimo”.
Esta es una de las razones por la que la modista, que recibió el año pasado el Premio Nacional de la Moda, decidió llenar de tonos primarios el vestuario de “La Bella Durmiente”, en vez de decantarse por una paleta de pasteles, como se suele dar en el ballet clásico.
De hecho, Ruiz de la Prada relató que cuando le enseñó los bocetos del vestuario al entonces director artístico del Ballet Nacional de Uruguay, el argentino Julio Bocca, este “no se lo podía creer y estuvo bastante tiempo bajo estado de shock”.
Lo mismo le pasó al elenco, pues según la diseñadora “los bailarines empezaron muy asustados” con sus “bolitas”, pero ahora “están todos encantados”.
Por eso, describió este miércoles, jornada del ensayo general, como “uno de los mejores días” de su carrera, pues vio cómo sus diseños cobraron vida en el cuerpo de los artistas.
“Disfruté ayer infinitamente más que en un desfile”, recalcó y añadió que a ella le encantaría “poder llevar este ballet a muchos sitios del mundo, empezando por España”.
Para esta obra, Ruiz de la Prada eligió recubrir a los personajes de este cuento de hadas con esferas de todos los colores y tamaños.
A pasar de ya tener 57 años, Ruiz de la Prada confesó que ella sigue creyendo en los cuentos de hadas, porque “si no crees no pasa”, y que todavía está “esperando al príncipe azul”.
TFA