BILBAO. Dos vigilantes de seguridad de San Mamés han resultado heridos, uno de ellos con una lesión por arma blanca en el cuello, y tres aficionados del Olympique de Marsella han sido detenidos por atentado a la autoridad durante los incidentes registrados en el estadio bilbaíno con hinchas del equipo francés.
Según han informado fuentes de la policía vasca, los tres detenidos están relacionados con esas agresiones, aunque por el momento se desconoce su grado de participación en las mismas.
El Hospital de Basurto, donde han sido atendidos los heridos, ha difundido un parte médico en el que indica que el primero de ellos, de 57 años y natural de Burgos, ingresó con una herida por objeto punzante en el lado izquierdo del cuello, y está pendiente de la realización de un escáner por una herida en la cabeza, aunque su estado no reviste gravedad.
El otro vigilante herido, natural de Barakaldo (Bizkaia), tiene una lesión inciso contusa en la mano derecha, con una herida en el dorso de la misma y una fractura del cuarto y el quinto metacarpiano, que se le ha reducido y ha sido dado de alta.
La primera agresión ha tenido lugar junto a la entrada a San Mamés a las 19.15 horas, un cuarto de hora después de iniciarse el partido, después de que el vigilante llamara la atención a unos aficionados del Marsella.
Tras esta primera agresión, un grupo de hinchas del Marsella ha accedido a las gradas del estadio, donde han agredido y herido al otro guardia en la mano.
Antes de comenzar el partido entre el Athletic y el Olympique, con los dos equipos ya sobre el césped y mientras los aficionados locales formaban un mosaico y se desplegaba una pancarta gigante de ánimo al Athletic, se han encendido varias bengalas en el sector de los seguidores marselleses, una de las cuales ha caído al anillo inferior, sobre una zona ocupada por seguidores rojiblancos.
Ya iniciado el encuentro, mediada la primera parte, se ha producido una pequeña carga de la Ertzaintza en esa zona visitante, acordonada completamente por agentes de seguridad privada, que ha reducido el espacio ocupado por los alrededor de 800 aficionados franceses.
Los aficionados del Olympique Marsella habían accedido a San Mamés escoltados por un fuerte dispositivo de la Ertzaintza, sin que se produjeran enfrentamientos graves fuera del estadio, que tras el partido ha sido desalojado también sin incidentes destacables, según la Ertzaintza.
JMSJ