El Gobierno de la Ciudad de México lanzará un programa piloto de transporte público individual de bicicleta sin anclaje, con el que los usuarios podrán moverse en este modelo sin necesidad de colocar el vehículo en una terminal, a diferencia de la operación del sistema Ecobici. Además, el ciclista sólo requerirá de una aplicación móvil para darse de alta.
Hasta hace unos días, este modelo ya operaba en las delegaciones Miguel Hidalgo y Benito Juárez, con dos empresas especializadas en el ramo, pero al no haber normatividad respecto a sus autorizaciones, dejaron de funcionar.
Ayer, en la Gaceta Oficial de la CDMX se publicó el aviso para dar a conocer la Operación Piloto del Sistema de Transporte Público Individual en Bicicleta (STPIB), el cual pretende facilitar y promover la intermodalidad en el transporte público.
El documento se concentra en los requisitos que deberán tener las compañías que quieran participar en el proyecto, como la elaboración de una propuesta técnica, con un estudio de factibilidad, que incluya un análisis de la demanda de viajes en relación con las características urbanas de la zona donde operaría el sistema.
Con el estudio técnico se justificará el polígono de operación y la flota requerida para su funcionamiento. El padrón de las bicicletas a utilizar deberá contener el tipo, marca, número de serie, identificador GPS y demás características.
En el aviso se menciona que el usuario deberá descargar la aplicación gratuita para dispositivos móviles, inscribirse y acudir al espacio autorizado ubicado en los polígonos que se autoricen para la operación.
Las bicis deben utilizarse en el polígono establecido y el usuario deberá retornarlas en los espacios de estacionamiento para tal fin.
Reconoce a la bici y es más accesible
La implementación de este modelo de movilidad en la CDMX demuestra que hay una gran demanda de este servicio y reconoce a la bici como un medio de transporte, opinó Xavier Treviño, director de la Asociación en Movilidad Urbana Céntrico.
El especialista mencionó que la bici sin anclaje representa una oportunidad de accesibilidad, pues permite acercarse más a los lugares de destino, en comparación con Ecobici, donde se debe ubicar una estación que no necesariamente está próxima al destino.
No obstante, el modelo corre el riesgo de caer en el desorden por la ocupación del espacio público, como ocurrió en China, donde muchas empresas quebraron. Así, mencionó que debe haber una regulación, que no sea demasiado estricta, para dejar las bicis en la calle.
“El sistema es muy muy nuevo, debe tener dos años, en América Latina se acaba de poner en la ciudad de Santiago. En China pasó que el tamaño de la oferta fue gigantesca y muchas empresas no supieron valorar el modelo de negocio y al final tuvieron que quebrar, la gran oferta hace que las empresas tengan muchas bicis que quedaron varadas, y la gran demanda hace que haya muchas bicicletas arrumbadas”, dijo.
Mencionó que lo ideal es que este modelo esté integrado en un sistema integral de bicicleta pública coordinado, de alguna u otra manera, por el Gobierno local.
JNO