Miles de estudiantes salieron a las calles a manifestarse para exigir un mayor control al uso de armas de fuego y demandaron de la Casa Blanca y del Congreso acciones urgentes.
La masacre de estudiantes en Florida, ocurrida el mes pasado, provocó una ola de indignación nacional y el surgimiento de un movimiento estudiantil para demandar fin a la violencia armada en las escuelas.
Como parte de este moviemiento, estudiantes a lo largo y ancho de EU abandonaron sus aulas a las 10:00 hora local, durante 17 minutos, un minuto por cada uno de los 17 estudiantes y miembros del personal muertos en la escuela preparatoria de Parkland, el pasado 14 de febrero.
En Washington, cientos de estudiantes del área metropolitana se sumaron a la movilización. De espaldas a la Casa Blanca, los jóvenes procedentes de una treintena de escuelas preparatorias de Maryland y Virginia guardaron 17 minutos de silencio, para recordar a las 7 víctimas de Florida.
Trump no se encontraba en la Casa Blanca toda vez que realiza una gira por California y Missouri.
Con sus cuerpos, los estudiantes se apostaron sobre la histórica avenida Pensilvania, en la acera frontal de la residencia ejecutiva, bloqueando el tránsito de residentes y turistas.
Bajo custodia policial, el contingente formó un río humano para marchar hacia el Capitolio coreando consignas contra la Asociación Nacional del Rifle (NRA), que se opone a mayores regulaciones a la compra de armas.
“No podemos seguir yendo a la escuela con temor, no sabemos si podremos regresar con vida a la casa”, dice en entrevista la estudiante Cindy, de 16 años, de la escuela preparatoria John F. Kennedy.
Como muchos de sus compañeros Cindy se opone a la idea del presidente Trump de entrenar y armar a un grupo selecto de maestros para portar armas en el salón de clases. “Eso me da más miedo, no todos los maestros están bien de la mente”.
Los estudiantes demandaron la restitución de la prohibición a las armas de asalto, aprobada por William Clinton en 1994 y dejada expirar por George W. Bush en 2004, y elevar la edad mínima para la compra de armas de 18 a 21 años.
También exigieron revisión universal de antecedentes criminales y mentales para toda compra de armas, toda vez que la ley no cubre la compra-venta en ferias ambulantes, internet o entre particulares.
El contingente llegó al Jardín del Ala Oeste del Capitolio donde los esperaba una tarima con micrófonos, para realizar un mitin organizado con el apoyo de los demócratas de la Cámara de Representantes y del Senado.
En Denver, estudiantes de la icónica escuela preparatoria Columbine, donde en 1999 dos estudiantes mataron a una docena de sus compañeros de clase y a un maestro, dijeron, al sumarse a las protestas estudiantiles, que “nada ha cambiado” en cuanto a limitar la venta y posesión de armas.
Cerca de dos mil estudiantes en la Universidad de Virginia en Charlottesville, donde grupos de supremacistas blancos realizaron una polémica manifestación el año pasado, se reunieron en campus para leer en voz alta los nombres de los 17 estudiantes de la Florida masacrados en febrero pasado, informó The Washington Post.
En Florida, miles de estudiantes de preparatorias salieron de sus salones para manifestarse.
En la escuela Marjorie, escenario de la masacre, luego de que terminaron los 17 minutos, cientos de alumnos salieron por las puertas principales de la escuela ubicada en el condado de Broward y fueron a un parque cercano para un mitin en el que también se pronunciaron por un mayor control de armas.
Se esperaba que unas 185 mil personas en 50 estados se unieran a la manifestación, con alrededor de tres mil 100 escuelas planeando participar, según dijo un organizador de Women’s March a NBC News.
Accidente en escuela
Dispara profesor
En California, un profesor disparó accidentalmente su arma en un instituto e hirió a un alumno que se encontraba en la clase en la que tuvo lugar el suceso, aunque en un principio se informó de tres heridos, según medios locales.
El docente, que también forma parte de la reserva policial, descargó por error su arma ante un grupo de estudiantes mientras ofrecía una sesión dedicada a la seguridad pública en el instituto Seaside, en el Condado de Monterrey.
El hombre, entrenado en el uso de armas de fuego, se encontraba apuntando al techo en el momento del disparo, que ocasionó lesiones al alumno, sin que peligre su vida. “Es la cosa más loca. Podría haber sido muy malo”, aseguró el padre, que dijo haberse enterado del suceso cuando su hijo llegó a casa con sangre en su camiseta.
El autor del suceso es profesor de matemáticas y ya fue suspendido por el instituto. El presidente Donald Trump impulsa un plan para permitir que maesros estén armados en las escuelas para responder a tiroteos.
JNO