El sospechoso de colocar una serie de bombas en Austin, Texas, y quien murió la madrugada de este miércoles, fue identificado como Mark Anthony Conditt, de 23 años de edad, residente de Pflugerville, un suburbio del noroeste de esta ciudad, informaron fuentes policiales.
Conditt, quien se suicidó al activar un artefacto que traía cuando las autoridades lo ubicaron, recibió un título como técnico en computación del Colegio Comunitario de Austin y trabajó en la compañía Crux Semiconductor, en Austin, como “agente comprador” a cargo de envío y recepción, según un perfil de un sitio de reclutamiento de trabajo en Internet.
Su madre, Danene Conditt, publicó una foto de él en febrero de 2013 para señalar que se había graduado de la preparatoria.
“Me gradué oficialmente de la escuela secundaria el viernes. 1 abajo, 3 por recorrer. Él también tiene 30 horas de crédito universitario, pero está pensando en tomarse un tiempo para descubrir qué es lo que quiere hacer (…) puede ser un viaje misionero. Gracias a todos por su apoyo a lo largo de los años”, escribió Danene Conditt.
De acuerdo con el periódico Austin American-Statesman, el sospechoso y su padre, Pat Conditt, compraron una propiedad de Pflugerville el año pasado que ahora está valorada en alrededor de 69 mil dólares.
El vecino dijo que Mark Anthony Conditt había estado viviendo en esa casa, que él construyó con la ayuda de su padre.
Los vecinos del joven tuvieron problemas para comprender este miércoles la noticia de que era el presunto terrorista, que había estado colocando los artefactos explosivos en Austin que provocaron dos muertos desde el pasado 2 de marzo.
“Sé que esto es un cliché, pero no puedo imaginar eso”, dijo un vecino, que habló con la condición del anonimato y cuyos hijos crecieron jugando con Conditt. El vecino describió a Conditt como un niño agradable de una gran familia.
TFA