La gran pasión de una joven que se enamora por primera vez junto a su progresivo declive ante una enfermedad incurable componen el agridulce tejido de “Midnight Sun“, una cinta que según su protagonista, Bella Thorne, ejemplifica que tanto la alegría como la tristeza unen a las personas.
Thorne (Pembroke Pines, EU, 1997) se da la mano con Patrick Schwarzenegger, hijo de Arnold Schwarzenegger, para formar la pareja protagonista de “Midnight Sun”, un melodrama que bajo la dirección de Scott Speer llegará a los cines de Estados Unidos este fin de semana.
La actriz, muy popular entre el público juvenil por las series “Scream” y “The DUFF“, interpreta en este filme a Katie, una adolescente que padece una extraña enfermedad genética que convierte en un riesgo mortal su exposición, aunque sea mínima, a la luz del sol.
Obligada a refugiarse durante el día en su casa, donde su padre (Rob Riggle) la educa tras la muerte prematura de su madre, Katie disfruta de la libertad que le dan las noches y fantasea con Charlie (Patrick Schwarzenegger), un joven al que admira en secreto desde su ventana.
Con aire de cuento de hadas para adolescentes, teñido con grandes dosis de amor juvenil y momentos dramáticos para inundar los cines de lágrimas, en “Midnight Sun” Thorne conectó con facilidad con su personaje, ya que la actriz perdió en 2007 a su padre, de origen cubano, y creció con una relación muy estrecha con su madre.
“Realmente me identifiqué con Katie en la escena en la que le cuenta a su padre lo del sitio de citas por internet. Me he imaginado muchas veces diciéndole eso a mi madre y aquí hay una escena exactamente tal y como la representaba en mi cabeza”, indicó.
La artista, que tiene 17,2 millones de seguidores en Instagram, añadió que su personaje es “esa chica rara” que parece estar encerrada en su casa, “pero que aun así no deja que sus diferencias le impidan vivir su vida”.
También habló sobre la xerodermia pigmentosa, la real y extraña enfermedad genética que sufre su álter ego en “Midnight Sun”, y explicó que la clave de Katie es que ella no quiere ser vista o considerada solo por su enfermedad sino que, simplemente, “quiere ser una chica normal”.
En ese aspecto tiene mucha importancia la música, ya que Katie canta y compone canciones y esa es, según Thorne, “la manera que encontró para expresarse”.
“Dado que lo aprendió de su madre cuando era pequeña, cantar es una de las cosas que la mantiene con vida”, dijo antes de agregar el mensaje “súper importante” que transmite ahí la película.
“Incluso cuando estás hundida en el barro, tienes que levantarte de nuevo”, afirmó con una sonrisa.
Acerca de su química en la pantalla con Patrick Schwarzenegger, con quien tras la película mantiene una gran relación de amistad, Thorne explicó que la construyeron tal y como “hacen las parejas normales”: pasando juntos ratos fuera del set o yendo a cenar.
Asimismo, Thorne abordó cómo la gente a veces trata de reaccionar a la muerte con humor y optimismo, como “una manera de buscar luz” en una delicada situación como esa.
“Después de que mi personaje empiece a apagarse, incluso en esos momentos su padre y Charlie están riéndose con Katie, la hacen reírse y se ríen de ella (…). No es como que de repente se está muriendo y todo es muy triste y todos están tristes (…). Intentan aun así hacerla feliz, incluso cuando saben que es muy triste”, argumentó.
Por último, la actriz se refirió a los enormes escándalos sexuales que han estremecido a Hollywood y que han inspirado movimientos como “Me Too” (Yo también) y “Time’s Up” (Se acabó el tiempo).
Thorne, que el pasado enero desveló que sufrió abusos sexuales cuando era una niña, dijo que respeta lo que ha logrado “Time’s Up” y que le encanta que ahora la sociedad se esté tomando en serio estos temas, pero también consideró que “queda un largo camino por delante”.
En este sentido, la actriz dijo por ejemplo que se debe poner el foco en las universidades, ya que son entornos en los que ocurren numerosas agresiones sexuales.
TFA