John Dowd, el abogado personal del presidente de EU, Donald Trump, renunció hoy después de haber pedido hace unos días poner fin a la investigación sobre la supuesta injerencia rusa, según informó The Washington Post.
“Quiero al presidente y le deseo el bien”, dijo Dowd en un correo al que tuvo acceso el diario The Washington Post, que apuntó a que la decisión del letrado es de mutuo acuerdo entre las dos partes debido a que Trump habría perdido su confianza en él y Dowd no estaría de acuerdo con sus estrategias de cara a la investigación.
Por su parte, el abogado y portavoz del equipo legal del magnate, Jay Sekulow, explicó al diario que el letrado saliente “ha sido una parte muy importante del equipo y un amigo” y añadió que “continuarán cooperando” con el fiscal especial de la causa rusa, Robert Mueller.
La renuncia se produce después de que Trump contratara nuevos abogados para su equipo legal y de que el propio Dowd realizara unas declaraciones polémicas sobre las pesquisas de Mueller.
“Rezo para que el vicefiscal general (de Estados Unidos, Rod) Rosenstein, siga el brillante y valiente ejemplo de la Oficina de Responsabilidad Profesional del FBI y del fiscal general Jeff Sessions y ponga fin a la investigación de la supuesta conspiración con Rusia“, dijo Dowd al diario digital The Daily Beast.
Dowd se refirió así a la investigación que encabeza Mueller desde mayo de 2017 sobre los posibles lazos entre miembros de la campaña del presidente y el Gobierno ruso, al que las agencias de inteligencia de Estados Unidos acusan de interferir en las elecciones de 2016.
El cargo de fiscal especial es independiente del Gobierno, por lo que se asegura la neutralidad de la investigación.
Hasta el momento, Mueller ha acusado a 13 rusos y tres compañías rusas de interferir en las elecciones de 2016.
También ha presentado cargos contra cuatro personas relacionadas con el actual mandatario: el que fuera su jefe de campaña, Paul Manafort;su “número dos”, Rick Gates; su exasesor de seguridad en la Casa Blanca Michael Flynn, y otro exasesor, George Papadopoulos, que trabajó para el magnate durante las elecciones.
TFA