El tema de ayer en los comederos políticos fue la entrevista colectiva –que no debate- que aceptó Andrés Manuel López Obrador con articulistas de una cadena de medios cuya sede es Monterrey.

¿Qué dijo el tabasqueño que hasta el propio José Antonio Meade aceptó que le “causan pesadillas’’ las propuestas que vertió el dueño de Morena en la entrevista?

En realidad, lo que se puede rescatar del encuentro no fue tanto lo que dijo, sino lo que no dijo.

Y, sobre todo, su lenguaje corporal.

Porque ya sabemos que AMLO no da explicaciones, lanza consignas.

Esperar que en una entrevista de esas características profundizara en temas relevantes como la inseguridad, pues simplemente es no conocerlo.

Dijo, por ejemplo, que en su sexenio espera reducir entre 30 y 50% los índices de violencia en el país, pero no dijo cómo y rehuyó sistemáticamente responder a la pregunta sobre si el Ejército se mantendría en las calles.

El tabasqueño dejó fluir su personalidad autoritaria y ese ego que trata de disimular con baños de pueblo.

López Obrador habló como Presidente electo y no como el presidente de comedia de 2006; cree que el hecho de que las encuestas lo tengan como puntero a poco más de tres meses de las elecciones lo hacen invencible.

El ejercicio periodístico que debería haberle servido para sembrar certezas, sólo generó más dudas sobre su proyecto.

Algo tendrá que hacer para cambiar la percepción que dejó o, de lo contrario, los debates oficiales podrían convertirse en su auténtico Waterloo.

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Por cierto, uno de los principales apologistas de López Obrador, John M. Ackerman, tendrá un espacio en TV UNAM a partir de abril.

Ackerman conducirá el programa Diálogos por la democracia, según la publicidad oficial, pero no se conocen más detalles que esto.

Perooo, como en abril las campañas políticas ya estarán a todo lo que dan, pues suponemos que, por ley, dicho programa tendrá que ser democrático y no sólo tendiente a ponderar las virtudes del candidato presidencial de Morena.

¿O sí?

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Con la no-novedad de que 51 diputados de la actual legislatura solicitaron licencia para dar el brinco a otro cargo político sin haber terminado el periodo para el que fueron elegidos.

Del PRI, 21 diputados dieron el “chapulinazo’’, 11 del PAN, 4 del PRD, 12 de Morena, 1 del Verde, 3 de Movimiento Ciudadano, 1 del PES y 2 diputados sin partido, pero con muchas ganas de seguir en el presupu…, digo, de seguir sirviendo al país.

Los chapulines representan 10% de los 500 diputados que integran la Cámara originalmente.

Juzgue usted si son pocos o muchos.

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El canal de Azteca, ADN 40, especializado en noticias e información con mayor cobertura en el país, fue reconocido con el Premio Nacional de Periodismo por “la Innovación y Pluralidad Informativa y de Análisis en Televisión Abierta’’.

El director general de la emisora, Luciano Pascoe, recibió la distinción durante la entrega de preseas del XLVII Certamen Nacional e Internacional de Periodismo del Club de Periodistas de México.

Felicidades.

JNO