LIMA.- La crisis política en Perú generada por la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczynski, señalado por corrupción, desató llamados de varios sectores para realizar una transición basada en la Constitución y conformar un Gobierno de unidad.
El congresista Gilbert Violeta, presidente del partido gobernante Peruanos Por el Kambio (PPK), anunció ayer el apoyo del oficialismo al vicepresidente Martín Vizcarra para que asuma la Presidencia en reemplazo de Kuczynski.
A pesar de que Vizcarra, quien ejercía de embajador de Perú en Canadá, no milita en el partido PPK, Violeta escribió en la red social Twitter que tanto la formación política como su bancada en el parlamento tienen el “deber patriótico” de respetar la Constitución y apoyar al nuevo presidente.
“En aras de la gobernabilidad, el Gobierno de Martín Vizcarra debe ser un gobierno de unidad nacional”, señaló.
El también portavoz de PPK en el Congreso señaló que el gran reto de Vizcarra será “profundizar las reformas políticas para tener un mejor parlamento y un mejor sistema de partidos”.
“Todos estamos asqueados de la política nacional. Le debemos disculpas al país”, dijo Violeta en referencia a la presunta compra de votos con la que los aliados de Kuczynski pretendían evitar que este fuese destituido por el parlamento por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.
Al respecto, constitucionalistas afirman que esta crisis puede ser aprovechada en bien de la democracia y la legalidad.
“Perú tiene la obligación o el reto de demostrar que sus instituciones constitucionales funcionan”, enfatizó el abogado constitucionalista y analista político Ángel Delgado Silva.
El experto remarcó que esto “implica reconocer que los procedimientos de reemplazo constitucional van a ser respetados”, ya que la carta magna peruana “ha establecido un mecanismo ordenado, un procedimiento para afrontar situaciones graves”.
La Constitución establece que en caso de destitución o renuncia de un gobernante, el cargo debe ser asumido, por sucesión, por el primer vicepresidente y, si esto no sucede, por el segundo, que en este caso es la aún primera ministra, Mercedes Aráoz.
Si estos también renuncian, la jefatura del Estado debe recaer en el presidente del Congreso, que está obligado a convocar de inmediato a elecciones generales.
Ante este escenario, el Congreso comenzó ayer el debate de la carta de renuncia de Kuczynski, pero la aceptará hasta hoy viernes, para evitar un “vacío de poder”, ya que Vizcarra estaba en Canadá.
Delgado explicó que en Perú la institución de la Vicepresidencia “no siempre ha estado” en las constituciones e incluso no existía en el siglo XIX, lo que generó que, en épocas de crisis, la Presidencia fuera asumida por personalidades como el presidente del Congreso y que incluso “alguna vez, hasta el Arzobispo de Lima ocupó por unas horas la jefatura del Estado”.
El constitucionalista también aseguró que Vizcarra debe cumplir el período de Gobierno del 2016 al 2021 y no está permitido que convoque a elecciones anticipadas.
Por otra parte, el Poder Judicial informó que la audiencia en la que será analizado el pedido de la Fiscalía para impedir la salida del país a Kuczynski será programada una vez que el Congreso acepte en forma oficial la renuncia del mandatario.
El Ministerio Público solicitó la víspera a la justicia cursar una orden para impedir que Kuczynski abandone el país, ya que sería investigado por su supuesta responsabilidad en actos de corrupción.
Kuczynski regresó ayer a la sede del Gobierno para despedirse de sus colaboradores.
JNO