El núcleo duro de Andrés Manuel López está feliz.
Cualquier declaración, sea por ocurrencia o incorporada al proyecto del tabasqueño, tiene reacciones inmediatas del gobierno y de otros sectores.
El priismo de Enrique Peña no aprendió del panismo de Vicente Fox y se monta en cualquier polémica para distraer y llevar reflectores al de Macuspana.
Entonces, desde la Jefatura de Gobierno, el Peje marcaba agenda y sus declaraciones matutinas eran distracción para todos.
Al grado de haber impulsado una vocería con Rubén Aguilar para contestar las puntadas parlanchinas de quien despachaba en el Palacio del Ayuntamiento, en lugar de fijar políticas de Estado.
Era de risa ver cómo un supuesto alcalde de la capital -la ambigüedad jurídico-política se mantiene pese a sucesivos cambios- era capaz de arrastrar a una federación entera con todo y su diferencia de recursos y estrategas.
Hoy pasa lo mismo.
Con una diferencia: López no llega siquiera a jefe de Gobierno, sino a aspirante presidencial como José Antonio Meade, Ricardo Anaya y, está por verse, Margarita Zavala.
LE HACEN CAMPAÑA DESDE EL PODER
La felicidad del equipo pejista está sustentada.
Desde su lógica, claro.
Un día Andrés Manuel López amanece con críticas al nuevo aeropuerto, al siguiente contra la reforma energética, al tercero contra la educativa, y así…, pues es enemigo de todo.
Pero le contestan todos: desde el presidente Enrique Peña pasando por los miembros de su gabinete y, en caso del proyecto aeroportuario, hasta el sector privado.
Los lleva a decir sandeces.
Por ejemplo, ¿con qué autoridad el presidente del CCE, Juan Pablo Castañón, acepta un debate sobre la viabilidad del NAICM?
Y, peor aún, ¿tiene representación para comprometer la participación del gobierno -cinco del Peje, cinco empresarios y cinco funcionarios- en esa mesa de discusión?
Como la reflexión no es mía, sino del propio López, dejo su aserto:
No nada más hace campaña, sino agenda y gobierno.
Nada más, ¿eh?
Con un remate personal: a su campaña se suman y la fortalecen otros… desde todos los sectores.
NI CANDIDATO NI REGRESO A PALACIO
1. El INE se apresta a dar la puntilla a Jaime Rodríguez el Bronco por tramposo y tal vez lavado de dinero.
Si están sustentados los cargos a consideración de la Fepade, el Bronco no podrá siquiera regresar a Palacio de Gobierno en Monterrey.
Esperemos.
2. La tribu de los Chuchos ha dado un nuevo golpe a las esperanzas del PRD y su derecha asociada.
Contra la promesa hecha al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, postuló a Luis Ángel Espinosa Cházaro para diputado federal por el Distrito 7, en Cuajimalpa.
Desprestigiado y acusado de ser socio financiero de las cabezas de los Chuchos, Espinosa Cházaro va pese a haber coqueteado con Andrés Manuel López y Marcelo Ebrard.
Ahora lo mandan para atacar al priista Adrián Rubalcava, amo político de Cuajimalpa.
3. Adán Augusto López cumplió ayer un sueño negado por el PRI y el PRD: es candidato a gobernador de Morena.
Al registrarse ayer, planteó una alianza “para hacer posible otro México y otro Tabasco… Es la hora del Sureste”.
JNO