A principio de este mes el Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Finanzas, lanzó el programa “Ponte al Corriente” para incentivar a los contribuyentes a regularizar su situación fiscal. El programa concluye el próximo 30 de abril; sin embargo, solo hasta el próximo jueves 29 de marzo se podrá encontrar información del programa en medios de comunicación debido a la veda electoral (suspensión de propaganda gubernamental) que se impone con el inicio de las campañas electorales.
El objeto de dicho programa es apoyar a los contribuyentes en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales condonando el 100% del pago de multas fiscales, recargos y gastos de ejecución ordinarios en contribuciones como predial, tenencia y agua, entre otros (la lista completa se puede consultar en la Gaceta Oficial en http://bit.ly/2t3GTwT).
Cabe señalar que este tipo de programas no es nuevo en la Ciudad de México, pues otros programas similares se han llevado a cabo con anterioridad, y una de sus principales motivaciones es apoyar la economía de los contribuyentes, ya sean estos individuos (familias), comercios o industrias, a través de otorgarles alternativas para regularizar su situación fiscal y estimularlos a cumplir con sus obligaciones fiscales.
Al ver condonado el pago de multas fiscales, recargos y gastos de ejecución, los contribuyentes reciben sin duda un beneficio que desde el punto de vista de sus finanzas personales puede llegar a ser significativo, sobre todo para los contribuyentes de menores recursos o en situación de vulnerabilidad. Piénsese por ejemplo en una persona de la tercera edad, sin pensión ni ingresos fijos o recurrentes, que no pudo cumplir con su obligación fiscal debido a que en su momento tuvo que destinar ese dinero a otro fin como podría ser la compra de medicinas. En casos como este, los programas de regularización de contribuciones representan sin duda un alivio para aquellos contribuyentes que normalmente cumplen con sus obligaciones y desean ponerse al corriente, sin que ello impacte de manera negativa en sus finanzas. Esto equivale a realizar un pago diferido en el tiempo. Para otro tipo de contribuyentes el beneficio también puede ser significativo dependiendo del monto de los adeudos acumulados en sus contribuciones.
Piénsese por ejemplo en los empresarios que tienen que pagar el impuesto sobre espectáculos públicos o sobre loterías, rifas, sorteos y concursos. En cualquier caso, hay un beneficio neto para los contribuyentes que no se encuentran al corriente en el pago de sus contribuciones. Para ellos, este tipo de programas representa una oportunidad que debería estimularlos a acercarse a la autoridad y aprovechar los beneficios que éste les brinda.
En el otro lado de la moneda, desde la perspectiva del contribuyente cumplido, este tipo de programas podría ser percibido como un incentivo negativo para seguir cumpliendo en tiempo y forma con sus contribuciones, ya que se da cuenta de que si no cumple en el fondo no habrá penalización futura por ello. Cualquier sacrificio hecho para cumplir bajo las condiciones inicialmente señaladas podría ser visto como inútil. Afortunadamente la mayoría de los contribuyentes cumplidos son cumplidos por convicción y no tanto por una cuestión coyuntural o de oportunidad. De ahí la importancia de seguir estimulando una cultura de cumplimiento entre los contribuyentes.
Por último, vale la pena señalar -tomando en cuenta los fenómenos naturales de septiembre del año pasado que fueron particularmente severos en la Ciudad de México- que el programa “Ponte al Corriente” puede ser para muchos contribuyentes, sobre todo aquellos que sufrieron alguna contingencia, una bocanda de aire fresco para sus finanzas.
@JorLuVR
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