Miguel Ángel Mancera dejará mañana la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México para incorporarse a la campaña presidencial de Ricardo Anaya.

Mancera, que tiene su lugar asegurado en el Senado, será el responsable de ir a los estados a promover los beneficios de la candidatura común y el gobierno compartido entre el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Mancera deja el gobierno de la capital del país justo en el debate sobre la reconstrucción de las viviendas derrumbadas por los sismos de septiembre pasado.

Cuando se ha incrementado la inseguridad, aunque ayer la Policía de la capital se anotó un éxito con la detención del H, presunto líder de una banda de narcos que controlaba por lo menos tres delegaciones, entre ellas Coyoacán, en donde se ubica la UNAM.

Y aunque los números sobre inseguridad no son tan malos como en otras entidades del territorio nacional, en algunas zonas muy focalizadas los delitos del fuero común se han disparado.

En materia política, Mancera deja el gobierno de la ciudad sin mayores sobresaltos, a pesar de que en diciembre y enero hubo en Coyoacán dos enfrentamientos entre simpatizantes del PRD y de Morena.

Ningún partido ha denunciado la injerencia del aún jefe de Gobierno en el proceso electoral y, salvo los encontronazos legislativos entre uno y otro partido, el ambiente político capitalino está en calma… hasta hoy.

Ya se verá en los próximos días si la tranquilidad que vivimos fue calma chicha, un espejismo o la antesala de lo que se anticipa sea la lucha más cerrada que se haya dado por el Gobierno de la CDMX.

Mancera comenzará su tour por Morelos, en donde las huestes de Graco Ramírez siempre lo han tratado bien.

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José Ramón Amieva será quien sustituya a Mancera como jefe de Gobierno de la CDMX.

Subirá por prelación, ya que es actualmente el secretario de Gobierno; su llegada garantiza la continuidad de los programas promovidos por Mancera.

No se prevén cambios en la administración, pero ya sabe que siempre que llega el reemplazo, trae a su propio equipo.

A ver.

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Los candidatos presidenciales se tomaron con calma los arranques de campaña.

Salvo Margarita Zavala, que sí arrancará el primer minuto del día 30 de este mes, los demás lo harán el 1 de abril.

Un día más, un día menos, qué más da.

El asunto es que los equipos de campaña consideraron poco apropiado iniciar las campañas justo el Sábado de Gloria, cuando 99% de los mexicanos está más interesado en las albercas o el descanso que en las actividades políticas.

Así que si estaba con el pendiente, ya puede dormir tranquilo; la guerra comienza el primer día de abril… con el horario de verano.

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A pesar de las amenazas de “ya saben quién’’, ayer se llevó a cabo otra licitación de campos petroleros en completa calma y con buenos resultados para el Gobierno federal.

Lo mismo ocurrirá con las licitaciones que se tienen programadas para varias obras en el nuevo aeropuerto, estimadas en principio en más de cuatro mil millones de pesos.

La vida sigue, pues, al margen de las amenazas y de la politización de un asunto que no debería tener sino complicaciones técnicas, no morales ni políticas.

JNO