Brasilia.- El presidente brasileño, Michel Temer, condenó hoy el ataque a balazos sufrido por una caravana del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva y las amenazas que dijo haber sufrido el magistrado de la Corte Suprema Edson Fachin.
“Es una pena que ocurra eso en el país”, declaró el presidente en una entrevista con la radio Bandnews, en la que también reconoció que el clima político en Brasil “está muy ruin”, cuando se acerca la campaña para las elecciones presidenciales de octubre próximo.
Lula y el Partido de los Trabajadores (PT) denunciaron este martes que uno de los autobuses que participaban en una caravana proselitista por el estado de Paraná fue atacado a balazos en una carretera e impactado al menos por cuatro disparos.
También este martes, el juez Fachin, instructor en el Supremo de las causas por corrupción derivadas de la operación Lava Jato, que han salpicado a decenas de políticos y empresarios, incluido Lula, dijo que su familia ha recibido “amenazas”, lo que lo ha llevado a reforzar su seguridad.
Según Temer, “es una pena que haya ocurrido todo esto, porque se va creando un clima de inestabilidad, de falta de esa pacificación que es indispensable en el presente momento”.
El mandatario aseguró que desde que asumió el poder, en mayo de 2016, tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, insistió en que era necesario “pacificar” y “reunificar al país” para poner fin a la “polarización”.
Añadió que esa “cosa rabiosa” que se percibe en la política del país, “esa historia de unos contra otros”, esa “ola de violencia”, crea “esas dificultades que generan conflictos de esta naturaleza”.
Tras los incidentes registrados en la caravana de Lula, quien fue condenado a 12 años de prisión en segunda instancia por corrupción e intenta un hábeas corpus ante el Supremo para evitar su eventual encarcelamiento, ya se había pronunciado el ministro de Seguridad, Raúl Jungmann, quien calificó esos hechos de “inaceptables”.
Según declaró Jungmann, quien anunció refuerzos en la seguridad del exmandatario, lo ocurrido es “inaceptable, venga de dónde venga, porque eso no es convivencia democrática”.
El ministro también aseguró que las autoridades investigarán tanto el ataque contra la caravana de Lula como las amenazas que ha dicho haber sufrido el juez Fachin.
“Son amenazas que alcanzan a todo el Poder Judicial, y más aún en momentos de una decisión como esa”, declaró Jungmann, en alusión al fallo sobre un hábeas corpus intentado por Lula para intentar evitar la cárcel, que el Supremo ha anunciado para el próximo 4 de abril.
Si ese recurso fuera aceptado, Lula no podría ser encarcelado hasta tanto se agote toda la fase de apelaciones, que después de la segunda instancia contempla aún la posibilidad de acudir al Supremo Tribunal de Justicia y a la propia Corte Suprema.
Sin embargo, si el 4 de abril le fuera negado ese recurso, el expresidente pudiera ser encarcelado, pues una cautelar del Supremo dictada en 2016 autoriza la ejecución de las penas de prisión una vez ratificadas en segunda instancia, lo que es el caso de Lula.
fahl