Foto: Reuters Crearon “una zona sin fronteras, donde miles de extranjeros criminales pueden caminar libremente, una situación muy, muy peligrosa, inaceptable para todos", aseguró Trump  

El presidente estadounidense Donald Trump criticó una vez más la condición de California como “estado santuario” para la inmigración, y señaló que la entidad permite que “miles de extranjeros criminales” pongan en peligro a todo Estados Unidos.

 

En su discurso semanal difundido este sábado, y en una escalada en la controversia entre el gobierno federal estadounidense y las autoridades estatales, Trump expresó que la condición de santuario de California viola además la Constitución, al impedir el cumplimiento de las leyes federales.

 

Crearon “una zona sin fronteras, donde miles de extranjeros criminales pueden caminar libremente, una situación muy, muy peligrosa, inaceptable para todos. Sus acciones no solo ponen en peligro a la gente de California sino la seguridad de la nación entera”, aseguró.

 

La condición de santuario significa que un estado o ciudad evita compartir con autoridades federales información sobre inmigrantes detenidos por faltas menores, y tampoco retienen a migrantes detenidos solo porque las autoridades migratorias así lo soliciten, si no existe una orden judicial.

 

Los criminales convictos, como en cualquier lugar de Estados Unidos, deben purgar sus crímenes y en caso de que sus faltas sean graves son procesados en juicios de deportación.

 

Trump acusó sin embargo que la condición de santuario de California “obliga a liberar a miles de extranjeros criminales de cárceles y prisiones”, y sostuvo que entre los criminales liberados se encuentran “traficantes y vendedores de drogas, responsables de innumerables muertes de estadounidenses”.

 

Trump sostuvo que la condición de santuario de California aumenta además la vulnerabilidad del país ante las amenazas del terrorismo, debido a que las autoridades locales retienen información sobre inmigrantes en vez de compartirla con el gobierno federal.

 

El presidente subrayó que el condado californiano de Orange se había unido a la demanda interpuesta el mes pasado por el gobierno federal contra California a fin de terminar su estatus como santuario, y llamó a otras comunidades “sitiadas por drogas, pandillas y violencia” a apoyar tal acción.

 

TFA