TUCSON. El agente de la Patrulla Fronteriza estadunidense Lonnie Swartz, enjuiciado por el homicidio de un adolescente en territorio mexicano en 2012, dijo hoy que “no recuerda” mucho de lo sucedido después de disparar su arma.
“He tratado de recordar desde esa noche, no sé por qué no puedo. He luchado con esto durante cinco años y medio. Quiero recordar. Es una parte de mi vida borrada y no puedo recuperarla”, dijo Swartz, de 43 años.
El agente respondió así a Sean Chapman, uno de sus dos abogados defensores en el juicio que desde finales de marzo pasado se efectúa en una Corte Federal de Tucson contra Swartz, por el incidente en que murió el adolescente mexicano José Antonio Elena Rodríguez, el 10 de octubre de 2012.
Swartz disparó en 34 segundos 16 balazos a través de la valla fronteriza hacia la comunidad de Nogales, en el estado mexicano de Sonora, para repeler a un grupo de individuos que arrojó piedras a agentes fronterizos para ayudar a dos presuntos traficantes de drogas a saltar la cerca y regresar a México.
Elena Rodríguez fue alcanzado por 10 balas, ocho en la espalda y dos en la cabeza.
Los videos de vigilancia muestran a Swartz acercándose a la valla y disparando tres veces, luego subiendo unos 10 metros para tirar 10 veces más, y luego retrocediendo para cargar y hacer otros tres disparos.
La defensa llamó a testificar a Swartz este lunes, lo que fue considerado una acción sorpresiva, luego de que la fiscalía cerrara la exposición de su caso la semana pasada tras casi tres semanas de testimonios.
Swartz, un extrabajador de la construcción en Las Vegas que se enlistó en la Patrulla Fronteriza en 2010, testificó dos horas este lunes, en las cuales dijo haber sido entrenado en la Patrulla Fronteriza para considerar las piedras como armas potencialmente mortales, un punto que ha sostenido su defensa.
El agente, quien se ha declarado inocente del cargo de homicidio en segundo grado y ha sostenido que disparó al sentir que su vida estaba bajo inminente peligro, no ha sido cesado de la Patrulla Fronteriza, pero se encuentra bajo suspensión administrativa sin derecho a sueldo.
La acusación contra Swartz es una de las escasas imputaciones criminales presentadas en contra de agentes de la Patrulla Fronteriza por homicidio o uso de fuerza irresponsable durante el desempeño de su trabajo.
En toda la historia de la corporación, desde 1924, menos de cinco agentes han comparecido ante las cortes acusados de asesinato, pero hasta ahora ninguno ha sido declarado culpable.
Sin embargo, Swartz es el primer agente de la Patrulla Fronteriza en ser acusado de homicidio por las autoridades federales. Todos los otros casos fueron llevados a juicio por fiscales estatales.