Si bien autoridades de California, Estados Unidos, ordenaron a las cafeterías que deben advertir sobre el riesgo de cáncer en los cafés, no se ha comprobado estadísticamente que la ingesta de esta bebida sea un factor de riesgo para contraer la enfermedad.
La investigadora de la UNAM, Marta Margarita Zapata Tarrés, destacó que existen muchas elucubraciones sobre el cáncer en relación a los medicamentos, medio ambiente, alimentos e incluso la radiación del celular o del microondas.
“Para buscar la causa de una enfermedad se hacen estudios de casos y controles, donde se toman pacientes que si están enfermos y personas que no, a quienes se les pregunta cuántas tazas de café se tomaba o cigarros, con la idea de dar un factor de riesgo para desarrollar un tumor, así se ha descubierto el cigarro si es un factor de riesgo para desarrollar cáncer”.
Y es que, explicó, dentro de los alimentos que se han descubierto como causa de cáncer que existen algunos componentes llamados aflatoxinas, que son toxinas que se genera en productos que están mal procesados.
“La realidad es que ningún alimento en sí provoca cáncer, algunos procesamientos, como puede ser el tostado de café o calentar la carne mucho, fábrica algunas moléculas que son más allá del alimento, que es difícil metabolizar por el cuerpo y se puede asociar a inflamación”, explicó.
Sin embargo, aseguró que estadísticamente no se ha asociado que el café sea un factor de riesgo, sino que es más un “chisme”, donde la gente se presta a cierta información por miedo o modas saludables.
De hecho, la National Coffee Association (NCA) de Estados Unidos expuso que las etiquetas de advertencia de cáncer en el café serían engañosas, ya que las directrices dietéticas del Gobierno estadounidense establecen que el café puede ser parte de un estilo de vida saludable.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el café no causa cáncer. Estudio tras estudio ha proporcionado evidencia de los beneficios para la salud del consumo de café, incluida la longevidad: los bebedores de café viven más tiempo”.
De acuerdo con Euromonitor, el consumo per cápita de café en México en 2016 fue de 1.41 kilogramos, al alcanzar las 87 mil 300 toneladas sumando los sectores de retail, servicio, alimenticio e institucional.
La consultora de mercados señala que el café soluble representó el 54.2% del consumo en el país; mientras que el molido representó el 40.5% y el grano tostado tan solo el 5.3%.
El número de cafeterías de cadena en México registró una tasa de crecimiento anual compuesto del 2.6% del 2011 al 2016, y se espera tengan un avance del 2.8% hacia el 2021.
JNO